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Acuerdo UE-Mercosur: mientras Cabrera es “optimista”, las pymes se quejan

El ministro dijo que la medida será "beneficiosa para la industria argentina". Pero las pequeñas y medianas empresas aseguran que las deja "fuera de competencia".

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Por Infocampo

El posible acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea despertó una fuerte polémica en los últimos días. Es que, por un lado, el Gobierno Nacional busca avanzar a pasos agigantados para cerrar el trato, mientras que por otro, las pequeñas y medianas empresas aseguran que la decisión las deja “fuera de competencia”.

Sin ir más lejos, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, se refirió hoy al tema y aseguró que desde el Ejecutivo son “muy optimistas”, dado que para “la industria argentina es una oportunidad que pueda vender productos a la UE”. “Podríamos tener acuerdo con el 30% del mundo y no sólo el 9% del mundo”, disparó.

“Este acuerdo lo vemos estratégico no por el comercio sino por la inversión. Un acuerdo inteligente es fundamental porque institucionaliza a la Argentina y a los efectos de que crezca la Argentina necesitamos más institucionalización, más ser normales. Por eso estoy contento con que seamos parte de la OCDE, con que se realice acá el G20”, expresó Cabrera en el marco de la  jornada de Abeceb que se realizó en el Yatch Club. 

En ese sentido, adelantó que el convenio se podría llegar a cerrar antes de fin de año. “La negociación está bien, es compleja porque es del Mercosur con la UE y nos tenemos que poner de acuerdo los socios. Argentina es quien lidera la iniciativa de apurar un acuerdo con la Unión Europea. Espero que se cierre el acuerdo antes de fin de año”, dijo.

La palabra de las pymes

Por su parte, la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) salió a rechazar la decisión y advirtió por la “preocupante contradicción” en la que “el presidente Macri presenta un programa para ‘facilitar exportaciones’ cuando al mismo tiempo se firma un acuerdo que equivale a una sentencia de muerte para la industria nacional y las Pymes”.

“El Gobierno busca que el acuerdo con la UE esté firmado en vísperas de la XI Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio, que se realizará en Buenos Aires entre el 13 y el 16 del presente mes.
El acuerdo está en línea con el objetivo general de la OMC, es decir, desarticular las políticas soberanas que permitan a los países más débiles corregir las asimetrías con los más desarrollados en el intercambio comercial, favoreciendo los negocios y el abaratamiento de costos de las grandes multinacionales”, consideró APYME.

En tanto, señaló que “el ‘reformismo permanente’ que predica el Gobierno no es otra cosa que la implementación de un programa de ajuste y desindustrialización en consonancia con los requerimientos de la OMC y el FMI”.

“La flexibilización laboral, el pacto fiscal, la reforma previsional, las modificaciones tributarias y otras leyes que se debaten (como las referidas a la Defensa de la Competencia y la reforma del mercado de capitales) tienen un común denominador: mayores desregulaciones y beneficios para las corporaciones locales y extranjeras, en perjuicio de los sectores más vulnerables, las Pymes, las economías regionales y los trabajadores”, remarcó la entidad.

Y aseguró que “las Pymes, que producen localmente y abastecen mayormente al mercado interno, se ven cada vez más perjudicadas por la caída de la demanda, las importaciones indiscriminadas y la desigual situación impositiva respecto de las grandes empresas, que son las que imponen precios y condiciones en las cadenas de valor”.

“De avanzar en este sentido, lejos de paliar la emergencia en que se encuentra la mayoría de las Pymes, el Gobierno las dejará libradas definitivamente a su suerte en un contexto de ahogo financiero, subas de tarifas y combustibles, agobio fiscal y caída del crédito productivo”, afirmó.

Por último, la Asamblea llamó a “todos los sectores de la producción nacional a pronunciarse y frenar este intento de ubicar al país como un eslabón subordinado de la cadena de valor global”.

“Es preciso, por el contrario, aunar fuerzas junto con los trabajadores, el cooperativismo, los profesionales y la economía social para encarar el debate pendiente por un país industrializado, equitativo y soberano”, concluyó.