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Afirman que las enfermedades en el maíz están avanzando pese a la falta de lluvias

Así lo aseguró Aimar Pena, Gerente del Cultivo de Maíz de BASF, quien detalló que “estas condiciones climáticas predisponen la primera fase del desarrollo de una enfermedad”.

infocampo
Por Infocampo

BASF realizó un Simposio de Enfermedades en el cultivo Maíz, donde referentes nacionales, científicos, y fitopatólogos influyentes de la comunidad maicera realizaron una actualización sobre la situación del cultivo, sus enfermedades y sistemas de manejo.

En dicho marco, el Ingeniero Agrónomo Aimar Pena, Gerente del Cultivo de Maíz de BASF para la Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia, habló con Infocampo y señaló que “todas estas condiciones climáticas que vivimos hoy en día son predisponentes para la primera fase del desarrollo de una enfermedad. Esa etapa es la diseminación de las enfermedades de un lote hacia otro, por ejemplo las Royas vuelan mucho, y eso genera que tengas disponibilidad de ese inóculo o semilla, del cual después se termina prendiendo el hongo”.

Y continuó: “A partir de ahí, la enfermedad está latente, esperando una situación de humedad que propicie su desarrollo”.

Cuándo y cómo

Otro problema que marcó el Ingeniero es el momento en que la enfermedad se expresa: “cuanto antes se exprese la enfermedad, más tiempo le da al productor para tomar decisiones correctas. Pero el problema de las últimas campañas fue que las enfermedades comenzaron a notarse sobre el final del cultivo, y el productor pensó que no iba a tener impacto sobre el rendimiento, pero no fue así”.

“Durante muchos años enfocamos los esfuerzos en monitoreos en V8 y V10, y obtuvimos respuesta en esos estadíos. Hoy se podría decir que casi el 50% de la tecnología de fungicidas aplicada se realiza en ese momento. Pero de todas formas el monitoreo tiene que seguir hasta por lo menos R1”, explicó.

De la charla con el Ingeniero se desprende entonces que el monitoreo de enfermedades en maíz se debe realizar entre V6 y R1.

Tecnología

“La adopción de tecnología de fungicidas en la Argentina es del 8% del área total, cuando en Estados Unidos están cerca del 20%. No hace falta que lleguemos al 100%, pero sí que manejemos las brechas de incidencia de las enfermedades, sabiendo que pueden aparecer en estadíos muy tempranos, o muy tardes y generar grandes pérdidas. Después terminas cosechando un grano de mala calidad y con toxicidad, o perdés cantidad porque una enfermedad daño la estructura del maíz y tenés volcado”, destacó.

“El productor tiene que buscar una respuesta agronómica cuando decide aplicar tecnología, eso es lo más importante”, finalizó Aimar Pena.