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Agricultura moderna: genera arraigo y permite el desarrollo de las comunidades rurales

“La agricultura moderna está transformando gran parte de las áreas agrícolas de América Latina”, destacó CropLife Latin America.

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Por Infocampo

Según comunicó la organización internacional que representa a la industria de la ciencia de los cultivos, CropLife Latin América, “la agricultura moderna está transformando gran parte de las áreas agrícolas de América Latina. Sus pilares, basados en la producción de más en menor tierra, la disminución de la huella ambiental de la agricultura y las cosechas de alimentos abundantes, sanos y seguros con la ayuda de la ciencia y la tecnología, han generado beneficios a lo largo de la región”.

La protección de los cultivos, por ejemplo, “ha permitido que a las ciudades lleguen alimentos seguros sin ataques de plagas y enfermedades. Si los consumidores preguntan cuáles son los controles y las regulaciones del sector agroquímico, le podemos informar categóricamente que es uno de los sectores más regulados del mundo y que pueden reconocer y confiar en la labor de las autoridades regulatorias que permanentemente evalúan los procesos de registro o permiso de venta de cada producto. No son pocos los controles y los estudios que las autoridades de cada país exigen como respaldo a cada plaguicida antes de que éste llegue al mercado”, indicaron a través de un comunicado.

La agenda regulatoria de los productos fitosanitarios tiene su base sólida en la ciencia, y avanza a la par de las discusiones, reflexiones y hallazgos científicos de última generación. Es una labor ardua e intensa que permite el acceso a nuevas tecnologías que cumplen con los exigentes imperativos de seguridad para la salud y la sostenibilidad. Destacamos en 2016 el diálogo transparente y constante que tuvimos con las autoridades; se trata de procesos de comprensión mutua que se traducen en el ingreso de nuevos productos desarrollados con tecnologías de punta para cumplir con las demandas que los agricultores necesitan para controlar las plagas y asegurar producciones seguras y de alta calidad.

Un desafío para las autoridades que hoy exige una mayor atención es el comercio ilegal de plaguicidas. El contrabando, la falsificación y la adulteración de plaguicidas son un problema en aumento con consecuencias negativas para la salud humana, el medio ambiente, los cultivos y la economía. En 2016 la Agencia de Naciones Unidas contra el Crimen Interregional, UNICRI, estimó que por lo menos 15% del comercio global de plaguicidas, corresponde a productos ilegales. Es imperativo combatir eficazmente al crimen organizado, para lo cual es fundamental la coordinación entre autoridades nacionales, gremios agrícolas, Industria y agencias internacionales.

Si el consumidor se pregunta qué pasa con los envases vacíos de plaguicidas en el campo, podemos contarle que América Latina es líder mundial en el reciclaje de estos plásticos, y que en algunos países las autoridades diseñan legislaciones pos consumo que otorgan co-responsabilidad a los usuarios para una correcta disposición de estos materiales. En 2016 avanzaron con propuestas de ley en esta área Argentina y Bolivia.

La seguridad de los alimentos es una de las mayores preocupaciones de los consumidores hoy en día, y les podemos dar la confianza que hoy son múltiples los esfuerzos que tenemos para promover una mejor implementación de las Buenas Prácticas Agrícolas en los cultivos de todas las escalas. Los agricultores hoy son más conscientes de la importancia de la inocuidad de sus cosechas como nunca antes en la historia. En 2016 nuestras jornadas de capacitación a agricultores, aplicadores de plaguicidas y distribuidores sobre el uso responsable de los productos ganaron mayor cobertura gracias a las alianzas con otras organizaciones. Debemos sumar la explosión de aplicativos digitales para la agricultura, cuya eficiencia es posible gracias a un mayor acceso a internet móvil en América Latina.

Con la agricultura moderna se abren nuevas oportunidades de desarrollo, para las comunidades rurales, para los agricultores de todas las escalas de producción y para los consumidores que exigen alimentos abundantes, sanos, seguros y a precios accesibles.