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Aseguran que la robótica aplicada a la producción del agro está por debajo de sus posibilidades

Salah Sukkarieh, profesor de Robótica y Sistemas Inteligentes de la Universidad de Sidney (Australia) disertó en CREAtech 2017 y explicó por qué aún no aprovechamos al 100% el avance de la robótica.

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Por Infocampo

Salah Sukkarieh, profesor de Robótica y Sistemas Inteligentes de la Universidad de Sidney (Australia) y Director de Investigación e Innovación del Centro Australiano de Robótica de Campo, disertó en el primer día de CREAtech, evento que reunió a miles de personas en Córdoba, y aseguró que, “los robots capaces de monitorear y controlar a rodeos pecuarios en forma autónoma ya son una realidad, pero representan apenas una ínfima parte de las aplicaciones de la robótica y la inteligencia artificial que se pueden aplicar en el sector agropecuario”.

“Australia tiene motivos para favorecer el desarrollo de la robótica agropecuaria, señaló el disertante. Se trata de un país de enormes dimensiones y una densidad de población de 3 habitantes por kilómetro cuadrado (versus 15 de la Argentina). La población agrícola envejece: el productor promedio tiene entre 50 y 60 años. Y no hay una renovación: los jóvenes se van a las ciudades y no vuelven. Eso genera un encarecimiento de la mano de obra calificada. La robótica se presentó como una solución potencial a esos problemas”, dijo Sukkarieh.

Algunos ejemplos de robótica aplicada

Robots para árboles frutales. Se desarrollaron robots equipados con distintos tipos de sensores, que permiten detectar la densidad de frutos de cada árbol. Así, se puede determinar por qué alguno rinde más que otro, y establecer correlaciones.

Robots para cultivos en surcos. Al primero se lo apodó Lady Bird. Es un prototipo que funciona con energía solar, que le otorga siete horas de autonomía (que pueden llegar a doce en un día soleado). Por medio de lásers, cámaras y sensores infrarrojos, puede detectar la presencia de malezas. Un brazo mecánico, a su vez, es capaz de aplicar con precisión absoluta herbicidas o fungicidas. En las plantaciones de lechuga, Lady Bird permite detectar la edad de cada planta; analizar los rindes y remover las malezas, si se prefiere, con un brazo mecánico.

Robots para pastoreo. “El primero lo llamamos Swagbot. Al principio se acercaba a las vacas, y las mismas se asustaban. Pero con el tiempo se fueron acostumbrando”, dijo el disertante. “Llegó un momento en que las vacas seguían al robot, con lo cual él se encargaba de llevarlas hacia las zonas de pasturas”.

“En definitiva, las posibilidades son múltiples, y todas estas tecnologías recién se están iniciando”, concluyó Sukkarieh.