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Frigorífico Rioplatense: un grande en el negocio de carnes

Actualmente es la planta de faena de mayor escala de la Argentina. Fue fundado en 1974 por la familia Costantini. Su planta industrial está ubicada en la localidad de Pacheco (Buenos Aires) en un predio de 41 hectáreas.

Actualmente es la planta de faena de mayor escala de la Argentina. Fue fundado en 1974 por la familia Costantini. Su planta industrial está ubicada en la localidad de Pacheco (Buenos Aires) en un predio de 41 hectáreas.
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Por Infocampo

Frigorífico Rioplatense, liderado por Rodolfo Costantini, fue fundado en 1974 por su familia, importante grupo inversor local. Con 328.939 cabezas faenadas en 2007, la compañía encabezó el ranking de plantas en la Argentina. Sin embargo, dado que Mattievich, Swift y Quickfood tienen más de una, como compañía desciende al cuarto lugar del escalafón.

Su planta industrial está ubicada en la localidad de Pacheco (Buenos Aires) en un predio de 41 hectáreas. La firma declara una capacidad de faena de 2.000 cabezas/día, despostada de 1.500 cabezas/día y una producción de carne cocida de 400 t/mes.

La compañía es fuerte en el mercado interno y también comercializa carne cocida congelada, cortes enfriados y congelados a más de 50 destinos del mercado internacional. Tiene 1.340,6 toneladas, el 5,3% de la cuota Hilton que asciende a un total de 25.200 toneladas. En su planta también realiza faena a fasón para otras compañías.

Por lo tanto, sus ingresos hoy están divididos en dos categorías: en primer lugar, del procesamiento de carne propia y posterior comercialización, y en segundo lugar, de la prestación del servicio de faena para otras firmas cárnicas.

En 1977 se convirtió en el primer procesador de carne nacional cuando adquirió, mediante licitación, el frigorífico Swift Armour de Rosario (Santa Fe). Luego en 1980 se lo vendió al grupo norteamericano Campbell Soup Co.

En 1981 adquirió el frigorífico Consignaciones Rurales, de Berazategui (Buenos Aires), que en 2006 vendió, por u$s17 millones, al grupo brasileño JBS-Friboi, dueño de Swift. Después de esta operación, y con más fuerza en los últimos meses, trasciende la información en el sector que la compañía brasileña estaría en tratativas para adquirir la mayoría accionaria de Rioplatense, y que esta transacción estaría prácticamente resuelta. Incluso hay una estrecha vinculación comercial y familiar entre Rodolfo Costantini, titular de la firma, y Carlos Oliva Funes.

En 1991 Rioplatense fue noticia cuando consiguió quedarse con el frigorífico Santa Elena (Entre Ríos) que hasta ese momento estaba en manos del Gobierno. La privatización se realizó mediante el consorcio integrado por el City Bank y el grupo Huancayo (Frigorífico Rioplatense) bajo el nombre de Euromarche S.A. En sólo 18 meses la firma decretó la quiebra luego de endeudarse con el Banco Nación en u$s38 millones y finalmente cerró la planta despidiendo a la totalidad de los empleados.

Respecto de su situación financiera, en el ejercicio económico cerrado el 28 de febrero de 2006 facturó $370,6 millones pero tuvo que afrontar pérdidas por $2,8 millones. Distinta es la situación de su ejercicio anterior en el que vendió por $290 millones y tuvo una ganancia de $14,3 millones.

Según el BCRA a octubre de 2007 su deuda financiera trepaba a $30 millones, el 95% tomada con el Banco Galicia y el 5% con otras entidades financieras como el Banco Provincia de Buenos Aires y el Santander Río.

A febrero de 2006 su activo ascendía a $165 millones contra un pasivo de $143 millones, de lo que resulta un patrimonio neto de $22.

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