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Huertas verticales: la alternativa que permite sembrar aún sin tener suelo

Especialistas del INTA enseñan cómo construir esta huerta ideal para la producción propia de alimentos en espacios urbano. Los detalles para un correcto mantenimiento.

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Por Infocampo

Las huertas verticales, son la alternativa ideal para espacios urbanos que facilitan la producción en terrazas, patios y balcones; y desde el ProHuerta, brindaron las recomendaciones de una correcta puesta a punto para poder aprovechar las paredes soleadas y cultivar hortalizas, aromáticas y frutos.

Esta forma de siembra permite cultivar diversas verduras de hoja como lechuga, perejil, rúcula y aromáticas (tomillo, menta, ciboulette, orégano, salvia y melisa). También se adaptan especies medicinales y ornamentales y las frutillas.

En cuanto al sustrato, la técnica vertical, necesita de un buen aporte de nutrientes realizados con mezcla de tierra, compost y arena para que sea liviano.

Cabe destacar que esta alternativa facilita la producción propia de alimentos en espacios urbanos donde no hay una disponibilidad de suelo tanto por deterioro físico o por escasa extensión. Y este tipo de limitaciones suele ser habitual en las grandes ciudades.

Materiales Para construir una huerta vertical
  • Caño de desagüe de 4″
  • T de 4″
  • Tapas de 4″
  • Caño de desagüe de 2″
  • Reducción de 4 a 2″
  • Tapas de 2″
  • Grampas Omega de 4 y 2″
  • Sistema de riego por goteo compensado
  • Sustrato -formado por tierra y abono-
  • Tornillos y tarugos
  • Taladro: mecha copa de 75 mm, otra de acero de 4 mm y una mecha de vidia de 8 mm
  • Destornillador
  • Sierra de mano

 

En caso de no poder adquirir caños de plástico, estos pueden ser reemplazados por canaletas de zinc o botellas de plástico.

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La huerta vertical tiene un eje principal construido con caños de desagüe de 4″, al que se conectan tramos laterales dispuestos de manera alternada. En la base de esta armazón se instala un cantero de madera o hecho con pallets, el cual tiene como función recibir el excedente de agua de riego y ser un espacio de cultivo para especies de mayor tamaño.

Procedimiento

Una vez obtenidos los materiales, se deben cortar los caños de desagüe a la medida deseada y realizar varios agujeros con una mecha de copa. La distancia mínima entre cada perforación debe ser de 25 cm o más de acuerdo con el tamaño que alcance el cultivo.

Luego se debe cortar las cintas de riego por goteo según la longitud del caño y pasarlas por el interior del tubo cerrando uno de sus extremos y perforando las tapas ciegas (blancas) a fin de sacar un tramo de la cinta hacia afuera.

Logrado esto, hay que incorporar el sustrato en el interior de los caños, comenzar a armar la estructura principal ajustando los codos junto con los caños hasta lograr una estructura firme. Paso siguiente, unir los tramos de caño a la estructura principal y conectar las cintas de riego.

2 1Será clave fijar los caños a la pared con grampas omega y asegurar darle una leve inclinación hacia el centro para facilitar el drenaje del sustrato. Quedará, entonces, rellenar los conectores con el sustrato, colocar la reducción de 4 a 2″ en el tramo inferior, ubicar el cantero y sembrar los plantines.

René Castro, técnico del ProHuerta, recomienda que “si bien es posible realizar siembra directa, es más conveniente realizarla a partir de trasplante“.

Para obtener un mejor rinde, el técnico del INTA Avellaneda hizo hincapié en la importancia de elegir siempre una pared soleada y en buenas condiciones ya que es muy es importante que la pared pueda sostener la estructura de huerta.

En la misma línea, destacó que el cultivo esté acorde a la profundidad de los tubos para lograr un buen desarrollo de la planta. “Se hace imprescindible agregar al sustrato cascarilla de arroz, turba, perlitas, lombricompuesto u otros materiales livianos para hacerlo más liviano y evitar la sobrecarga de la estructura”, explicó el técnico.

Finalmente, recomendó contar con un sistema de riego por goteo que garantice el suministro de agua a todo el cultivo vertical como el uso de cintas de microinundación por su sencillo mantenimiento. A todo esto, se suma asegurar que el sistema elimine el exceso de agua de riego y la posibilidad de generar algún mecanismo para reciclar el agua.