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La producción de arroz sigue cayendo en Santa Fe

Finalizada la cosecha, se obtuvo un rendimiento promedio de 57,5 qq/ha y un volumen de 170.095 tn.

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Por Infocampo

Finalizada la cosecha de arroz en la provincia de Santa Fe, la noticia es que el cereal sigue cayendo en picada. En la campaña 2010/2011 se obtuvo una producción de 262.200 toneladas (tn), volumen que en los siguientes ciclos fue descendiendo hasta llegar a las 170.095 recolectadas este año.

El Sistema de Estimaciones Agrícolas para el Centro Norte de la Provincia de Santa Fe (SEA) dio a conocer el informe final de la campaña arrocera 2016/2017, difundido por la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Ministerio de la Producción. Según el relevamiento del SEA, la superficie sembrada y cosechada de arroz fue de 29.810 hectáreas (ha). Se obtuvo un rendimiento promedio de 57,5 qq/ha y la producción fue de 170.095 tn.

El cultivo y cosecha de arroz en la provincia de Santa Fe, se desarrolló en los departamentos Garay y San Javier. En el primero, se sembraron 12.280 hectáreas, con un rendimiento promedio de 60 qq/ha y una producción obtenida de 73.680 toneladas. Del área sembrada, 90 hectáreas correspondieron al arroz tipo comercial largo ancho-fortuna.

En tanto, en el departamento San Javier se sembraron y cosecharon 17.530 hectáreas, con un rendimiento promedio de 55 qq/ha y una producción final de 96.415 toneladas. De las hectáreas sembradas, 800 correspondieron al arroz tipo comercial largo ancho fortuna.

“El ciclo del cultivo de arroz se desarrolló en forma irregular desde el punto de vista climático, con bajas temperaturas en el inicio de la siembra en septiembre de 2016, que tuvieron una influencia negativa en la implantación, control de malezas y fertilizantes. A posteriori, se normalizó el clima y las siembras en octubre y noviembre se llevaron a cabo en buenas condiciones”, explicó el SEA.

En la primera quincena de enero se registraron lluvias de alrededor de 600 mm que afectaron a los lotes que estaban en etapas de pre floración y de floración.

“La cosecha comenzó en la primera semana de febrero y los rendimientos de los primeros predios acusaron el impacto de la situación climática mencionada. A medida que fue avanzando la recolección, la situación mejoró pero su influencia sobre los promedios logrados se hizo visible”, indicó el reporte.