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“Las mujeres rurales representan un 40% invisible para el sistema, no las abandonemos”

Susana Balbo, chair del grupo de afinidad del W20 en el G20, abrió la cumbre en Buenos Aires con un discurso en el que pidió que "no se deje a nadie atrás".

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Por Infocampo

Tras la presentación con Juliana Awada, este martes 2 comenzó en el CCK la cumbre del Women 20 (W20) en Buenos Aires, el evento del grupo de afinidad del G20 que apunta al desarrollo económico de las mujeres.

“Queremos un mundo que no deje a nadie atrás, que incorpore a todos y a todas para legar a nuestros hijos y nietos un mundo en paz y sustentable”, expresó Susana Balbo, chair del grupo, durante su discurso de apertura.

Balbo, exdiputada nacional por Cambiemos y bodeguera mendocina, hizo especial hincapié en la importancia de las mujeres rurales. “Representan un 40% invisible para el sistema, por favor, no las abandonemos”, pidió ante el auditorio.

Quienes también disertaron en la primera jornada del evento fueron las chairs de Alemania, Mona Küppers y de Japón, Yoriko Meguro, países que componen la Troika, acompañadas por destacadas personalidades y representantes de diversos sectores que profundizaron sobre los ejes de trabajo abordados durante 2018.

“Nuestra diversidad es nuestra fortaleza, aunque representamos culturas distintas y zonas climáticas distintas, todas tenemos en común que no existe un solo país en este mundo en el que la igualdad de género haya sido alcanzada”, sostuvo Küppers.

Meguro, quien además llevará la presidencia de la cumbre en 2019, también se pronunció al respecto. “La brecha ha mermado solo en un 0,6% entre 2012 y 2015. A esta velocidad tan lenta, cabe sospechar si alcanzaremos el objetivo establecido para 2025, los países de G20 tienen que acelerar el ritmo de aplicación e informar sobre los avances de manera anual”, afirmó.

Asimismo, la periodista y filóloga Pilar Rahola, brindó un discurso orientado a contemplar los desafíos de las mujeres en el siglo XXI y las barreras de desarrollo. “Estamos mejor formadas, tenemos mejores currrículums y muchísima más formación pero, tenemos menos trabajo, más desempleo o empleo de peor calidad y peor remuneración. También hay una situación familiar que afecta a la mujer, y está el famosísimo techo de cristal que no nos deja florecer”, dijo.

Inclusión laboral, infraestructura y digitalización

Más adelante, se desarrollaron paneles dedicados a las distintas problemáticas de las mujeres rurales, fundamentalmente la inclusión laboral, la falta de avances en infraestructura y la necesidad de invertir en digitalización.

En el primer caso, la conclusión más destacada estuvo relacionada con la importancia de garantizar el acceso de la mujer al mundo digital y el apoyo a las mujeres emprendedoras, dado que, según datos del Banco Mundial, la brecha financiera de crédito para mujeres emprendedoras está estimada en US$ 1.500 millones y solo el 30% de los negocios registrados son liderados por mujeres.

Paralelamente, la holandesa Lilianne Ploumen, quien fue la líder del movimiento She Decides sobre planificación familiar en los Países Bajos, habló de la educación sexual y el acceso a métodos anticonceptivos. “Si las mujeres rurales tuvieran los mismos derechos que sus esposos, que sus vecinos, habría menos hambre en el mundo. Estoy agradecida a la Argentina por poner la voz de las mujeres rurales en el centro del W20″, expresó.

En cuanto a los problemas legales y de infraestructura que sufren las mujeres en zonas agrícolas, se remarcó el dato que señala que, en total, las mujeres y niñas rurales representan más de un cuarto de la población del mundo y padecen el doble de las desventajas de las mujeres que viven en ciudades. En esa línea, se resaltó la falta de acceso a la tierra, a los recursos productivos, a caminos, a la conectividad, el agua potable y la salud. También se hizo mención de las conclusiones acordadas por el Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) de ONU Mujeres, que destacan la necesidad por parte de la mujer de acceder a la titularidad de la tierra – aún existen 52 países en donde esto no sucede- y la importancia de aplicar políticas sociales y económicas para el empoderamiento de la mujer rural más vulnerable, como las indígenas.

Con respecto a la digitalización y su impacto en la empleabilidad y el desarrollo económico de las mujeres, Sonia Jorge, de World Wide Web Foundation, consideró que “la tecnología nunca es neutral en cuanto a género”, y aseguró que “incluir a la mujer en los procesos de concepción de la tecnología es esencial”.

Asimismo, se dejó en claro que las mujeres siguen subrepresentadas en el mundo de la tecnología. “En países desarrollados, la brecha de acceso a Internet es del 12%, mientras que en los países subdesarrollados alcanza el 33%”, sostuvieron durante el último panel.

Por ello, especialistas llamaron a trabajar en conjunto con los gobiernos de manera inmediata y remarcaron que internet no solo lleva a una transformación económica sino también social.