El llamado “rey de la soja”, Gustavo Grobocopatel, se mostró esperanzado por el “cambio de aire” que representará la llegada de Mauricio Macri a la presidencia, aunque aclaró que cada vez que se produce un traspaso del poder está contento por la alternancia, a la que juzgó beneficiosa. “De lo que anunciaron [que van a hacer] me gustó todo; me parece bien que haya un grupo de economistas, que no recaiga todo en una sola persona, y la política exterior de integración con el mundo, de amplitud”, señaló el empresario en un desayuno con periodistas con motivo del décimo aniversario de la Fundación Los Grobo.
El presidente de Los Grobo, una de las mayores empresas del agro en el país, afirmó además que el actual jefe de Gobierno porteño “se dio cuenta de algunas demandas de la sociedad, por eso su propuesta no es privaticemos todo. Macri no es anti Estado; lo demostró en la Ciudad”. En tanto, calificó al futuro ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, como “un heterodoxo, un hombre que no es del capitalismo salvaje”.
No se mostró tan optimista, en cambio, respecto de las medidas para el campo. “Hay que desmitificar la baja de las retenciones [anticipada por el futuro ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile]; las de soja no bajarán casi nada [5%] y son el 80% del problema. La Argentina no podrá seguir creciendo con retenciones de soja al 30%”, pronosticó, y agregó: “mi posición es conocida hay que cambiar este impuesto por un impuesto a la tierra, no es un problema de carga impositiva, sino de fondo, las retenciones son un impuesto horrible. El futuro gobierno eligió ir lento [eliminará las retenciones a la soja a razón del 5% anual] y está bien, pero al tercer año yo sacaría el impuesto y lo reemplazaría”.
Grobocopatel también se refirió a los productores agropecuarios que hoy están reteniendo granos y a la apuesta del gobierno electo de que los vendan para que ingresen dólares que alivien la escasez de divisas. “Van a vender la soja que guardan porque lo necesitan. Los productores se quedaron con la soja porque no quisieron poner la plata en el banco, no es porque les haya sobrado”. Consultado acerca de si la retención no responde a la apuesta por una devaluación, el empresario afirmó que “el tipo de cambio es la consecuencia de la productividad y la competitividad, no la causa. Si nuestro sistema es poco productivo, el tipo de cambio tiende a depreciarse”.
Sobre la inflación, el empresario afirmó que “los precios van a bajar cuando haya competencia, sin ella son muy difíciles de administrar. La única manera de matar el oportunismo es la competencia”. Por último, se mostró satisfecho por lo hecho por su fundación en su primera década de vida: $ 30 millones invertidos en 58 proyectos de inversión social.
