Publicidad Cerrar X

Los acopiadores exigen que se respeten las normas en la comercialización de trigo

En un duro comunicado,la Federación que los agrupa cuestionó a los molineros por querer imponer claúsulas ilegales para la compra venta.

infocampo
Por Infocampo

La venta de trigo está comenzando y la determinación de la calidad del cereal se convirtió en un tema polémico. La Federación de Acopiadores de Cereales (FAC), a través de un comunicado, salió a exigir que se respeten las normas, los usos y costumbres y el derecho a la defensa.

“De manera inconsulta, la mayoría de los molinos harineros decidió imponer una cláusula en los contratos de compra-venta de trigo donde establecen que la bonificación por calidad la pagarán según sus propios análisis”, explicaron desde la FAC. Para los acopiadores se trata de una estafa, ya que en casos de discrepancia, deberían ser las Cámaras Arbitrales las encargadas de dirimir los conflictos.

Hoy, el Ministerio de Agroindustria salió a aclarar que “aunque los molinos puedan incluir cláusulas de liquidación de calidad según recibo del comprador, en caso de discrepancias con la calidad determinada tienen derecho a solicitar el lacrado de muestras de la mercadería entregada,  y, de acuerdo con las Reglas y Usos del Comercio de Granos, también pueden requerir la presencia de Recibidores Oficiales y/o la reconsideración del análisis y posterior arbitraje ante la Cámara Arbitral correspondiente”.

Esta campaña se se sembraron 4,66 millones de hectáreas de trigo y se obtuvieron buenos rendimientos, pero la calidad no alcanzó el nivel esperado. Cabe aclarar que la calidad industrial del trigo tiene un gran impacto en su precio de mercado y está en discusión mucho dinero. Es que el porcentaje de gluten es una de las variables más valoradas por la industria molinera y cada porcentaje de incremento en los niveles de gluten le aporta, como mínimo, un promedio de $100 adicionales por tonelada al precio del cereal.

Ahora, desde la FAC denuncian que la mayoría de los molinos harineros incorporó una cláusula en los contratos de compra de trigo donde establecen que la calidad es únicamente la que determinan los análisis hechos por ellos, es decir, los propios compradores.

“Además de burlar el sentido común y el elemental derecho a la defensa, esta práctica viola las normas y los usos y costumbres del comercio de granos, ya que en caso de que las partes del negocio no coincidan con el resultado de un análisis de calidad de granos se deberá dar intervención a la Cámara Arbitral que finalmente determinará la calidad a pagar”, señalaron.

Con un rendimiento promedio estimado en 32,74 qq/ha, la producción total de la campaña se elevaría a 14,7 millones de toneladas. Hay mucho dinero en disputa y las partes empiezan a mostrar las uñas.

Seguí leyendo:

Temas relacionados: