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Mañana comienza un nuevo Congreso de Servicios Ecosistémicos

Existen ciertos aspectos del ambiente que contribuyen a la inspiración y el potencial recreativo y serán eje del 4º Congreso Internacional de Servicios Ecosistémicos del 30 de septiembre al 3 de octubre en Mar del Plata.

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Por Infocampo

Son innumerables los escritores y artistas que eligen como refugio y meca de la creatividad rincones donde abundan los buenos paisajes con vegetación y, de ser posible, con montañas y lagunas. Es que estos beneficios no materiales de los ecosistemas contribuyen al bienestar humano y fomentan la inspiración y el potencial recreativo, entre otros. Esta temática será eje del 4ºCongreso Internacional de Servicios Ecosistémicos del 30 de septiembre al 3 de octubre en Mar del Plata.

De acuerdo con Federico Weyland –investigador del CONICET en la Unidad Integrada Balcarce– y ciertos trabajos de evaluación, “existe una influencia directa y positiva de los diversos elementos del paisaje tales como las lagunas, montañas o la vegetación en el potencial recreativo”.

Estos beneficios no materiales de los ecosistemas que contribuyen al bienestar humano y al mantenimiento de la cultura se denominan Servicios Ecosistémicos Culturales (S.E.C.). A su vez, están íntimamente relacionados con las posibilidades de recreación, inspiración, conocimiento, sentimiento de pertenencia y herencia cultural, entre otros.

“Uno de los S.E.C. más estudiados es el del potencial recreativo”, detalló Weyland y explicó que esto se debe tanto a su importancia para la salud mental en términos de reducción de stress y fortalecimiento de relaciones humanas, como a su asociación a circuitos comerciales, por lo que resultan en fuentes de trabajo para muchas personas”.

Por su parte, Alejandra Auer –becaria doctoral del CONICET en INTA Balcarce– aseguró que “el paisaje rural, también, brinda beneficios tales como el sentido de pertenencia e identidad, transmitidos de generación en generación como herencia cultural”.

“Al ser menos tangibles y experimentados directa e intuitivamente por los distintos actores sociales, se dificulta su inclusión en las evaluaciones de servicios ecosistémicos”, indicó Auer.

Para la becaria, resulta “fundamental” el trabajo colaborativo con los pobladores locales a fin de determinar qué aspectos del paisaje o actividad ofrecen ese sentimiento de pertenencia o identidad”.

Por otra parte, a fin de identificar zonas donde se concentran muchos elementos del paisaje con gran atractivo y alto potencial recreativo, los investigadores, pobladores y turistas trabajan en conjunto. Así, recopilan información con técnicas especiales para analizarla y transmitirla a los tomadores de decisiones para proteger ciertas regiones.

Y advirtió: “Como muchos S.E.C. no están vinculados a los circuitos económicos o bien son difíciles de cuantificar y comparar, en situaciones de compromiso entre diferentes usos de la tierra suelen ser subvalorados”.

Es entonces cuando las sociedades deben preguntarse sobre el costo de perder sitios donde encontrar tranquilidad, paz e inspiración, o bien el de perder la identidad cultural de los pueblos rurales, con su conocimiento tradicional, creencias y valores asociados a determinados ambientes naturales.

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