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Nicora: “Los técnicos del INTA están trabajando en este contexto de emergencia”

Lo dijo el presidente del INTA en su visita a Santa Fe, una de las zonas afectadas por las abundantes lluvias y caída de granizo.

infocampo
Por Infocampo

Tanto el sur y centro de Santa Fe como el norte de Buenos Aires sufrieron, en las últimas semanas, abundantes precipitaciones y granizadas que generaron el desborde de los principales ríos: Arrecifes, Carcarañá y San Antonio. Como consecuencia, la soja de primera y el maíz sufrieron daños que repercutirán en sus rendimientos, hubo encharcamiento de los campos y la destrucción de los caminos rurales. En este contexto, los técnicos del INTA –en ambas provincias– acompañan con información especializada y asesoramiento a los productores y municipios a fin de disminuir el impacto por el exceso hídrico.

Amadeo Nicora, presidente del INTA, visitó la experimental del INTA en Rafaela –Santa Fe– una de las principales zonas afectadas por las inundaciones. Allí, junto con José Luis Spontón –director del centro regional del INTA Santa Fe– y el equipo de técnicos analizaron el estado de situación de la región y cuáles son las propuestas tecnológicas para lo inmediato y los próximos meses.

“Las lluvias de las últimas semanas colocan a toda la región en una situación crítica”, señaló Nicora quien aseguró que “los técnicos del instituto están trabajando en este contexto de emergencia acompañando a los productores con propuestas tecnológicas a la medida de cada situación”.

Según estimaciones del Ministerio de Agroindustria de la Nación, existen alrededor de 2.005.550 hectáreas anegadas en distinta medida, en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, producto de las cuantiosas precipitaciones registradas en las últimas semanas.

“La provincia está en una situación muy complicada”, aseguró Spontón quien, además, explicó que “desde el instituto acompañan a los municipios con información técnica que permita magnificar el estado de situación que viven los productores”.

En este sentido, indicó que “hubo zonas que sufrieron granizadas que generaron grandes daños en cultivos de soja, maíz y algunas pasturas. Por su parte, la producción hortícola de los cinturones del gran Rosario y Santa Fe también sufrieron grandes pérdidas”.

El instituto presentó un informe de estado de situación en Santa Fe que asegura la existencia de “numerosos potreros de alfalfa que soportaron anegamientos y la pérdida de plantas”.

En cuanto a la condición corporal de algunos rodeos de cría, el informe detalló que “disminuyó debido al tiempo que pasan en los lotes con agua y con recursos forrajeros disminuidos en su calidad y cantidad”.

Asimismo, los accesos hacia la manga y corrales se ven muy complicado por el barro y el agua, complicándose juntar animales para la aplicación de vacunas, tactos, ordeñe y otros tratamientos necesarios.

Por su parte, en la cuenca del río Arrecifes hay casi 30 mil hectáreas afectadas por el desborde de los arroyos y de la caída de granizo de gran magnitud en perjuicio de los cultivos de la región.

En este contexto, Daniel Somma –director del centro regional Buenos Aires norte del INTA– destacó el trabajo de los especialistas del instituto, quienes generan información “que permite orientar las decisiones estratégicas para superar esta situación crítica”.

Asimismo, Somma subrayó la importancia de entender que “la variabilidad climática es una constante que condiciona e influye directamente en el éxito o no de un sistema productivo” y agregó: “Es fundamental contar con una gestión integrada de cuencas y un sistema de alertas tempranas”.

Por su parte, Milton Sabio, coordinador del territorio agrícola del INTA Pergamino se refirió al estado de los cultivos en el norte de Buenos Aires: “Tenemos daños irreparables en maíz y soja de primera, mientras que las plantas más pequeñas de la soja de segunda tiene grandes probabilidades de mejorar causadas por la caída de granizo del 1º de enero. Aún desconocemos la provocadas por el exceso hídrico”.

Para Gerardo Velazco, productor y asesor de la ciudad bonaerense de Colón, – “desde una semana antes de la Navidad hasta el 1º de enero se registraron entre 400 y 500 milímetros de lluvias en la zona, a lo que se le suma la fuerte caída de granizo”.

Y aseguró: “Recién a partir de mediados de enero tendrán las estimaciones de daño producido en los cultivos de la región”.