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¿Por qué caen los precios agrícolas?

Entre los principales factores que afectan los precios de los granos está la relación del...

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Por Manuel
Alvarado Ledesma

Economista y Profesor de la Maestría en Agronegocios de la UCEMA

Entre los principales factores que afectan los precios de los granos está la relación del dólar con respecto a las demás monedas. El punto no es menor, pues desde inicios del año este factor está cobrando significativa relevancia.

Una visualización empírica muestra cómo la evolución del valor de la divisa tiende a ser inversa al de los granos. ¿Qué dice ésta? Si el dólar se aprecia, los precios agrícolas tienden a disminuir; y viceversa, cuando se deprecia, tienden a mejorar.

Cuando el dólar se fortalece, obviamente las demás monedas se deprecian.  Ello significa que las importaciones de los países cuyas monedas no son el dólar, pasan a ser más costosas. Por tal razón, la demanda de estos países se reduce y, lógicamente, los precios hacen lo mismo, salvo que haya una pronunciada disminución en la oferta por caída de producción, usualmente como resultado de problemas climáticos.

El gran inconveniente para los precios es la política de la Administración Trump. Su objetivo se centró en el incremento de la competitividad internacional de Estados Unidos (EE.UU.). Desde hace unos meses, luego de años de tasas de interés “anormalmente” bajas, la política viró y el dólar comenzó una senda alcista,  en forma de “serrucho”. Con ella emergió un proteccionismo que creíamos acabado. Y una suerte de neo mercantilismo se apoderó del Presidente, algo que desató serios conflictos comerciales con el mundo.

Para entender la cuestión hay que detenerse en la Reserva Federal. Se trata de una institución pública independiente,  que es propiedad de distintos grandes bancos y no del Estado. Pero su administración está formada por un Consejo de Supervisores, compuesto por 7 miembros designados por el Presidente del país.

El fortalecimiento de la divisa de EE.UU no es producto exactamente del libre mercado, sino que proviene del alza en las tasas de interés. Si miramos  la historia reciente, se advierte que la tasa de interés, entre fines de 2008 y fines de 2015, se mantuvo casi en 0. Y a partir del comienzo de 2016 empezó a subir, lentamente.

El problema es que el incremento de la tasa de interés se ha acentuado últimamente.  A lo largo del año pasado, prácticamente, se mantuvo en el 1% anual. Hoy se encuentra en 2%. Con Trump, este proceso seguirá en ascenso, pues la tasa de ocupación se acerca cada vez al pleno empleo lo que agudiza expectativas de incrementos salariales y, por ende, de la tasa de inflación. Para muestra, basta un botón: actualmente se verifica el mayor aumento de salarios de los últimos 8 años.

El fortalecimiento del dólar tiene un efecto más crudo sobre los precios agrícolas que el conflicto comercial entre EE.UU. y China, pues el comercio a la larga se mueve por vasos comunicantes.  Obviamente, la incertidumbre derivada de esta tensión golpea fuertemente a los mercados de commodities y financieros, al menos en el muy corto plazo.

También afecta –y mucho- el favorable desarrollo de los cultivos en EE.UU., aunque el precio del petróleo, que ha subido a niveles nunca vistos desde 2014, es un estímulo para la suba.

Como en un juego de suma cero, habrá que aguardar que las condiciones climáticas en el hemisferio norte no sean alentadoras.

Las opiniones expresadas son personales del autor y no necesariamente representan la opinión de la UCEMA.