Tras la investigación de la Universidad de Tasmania, liderada por Melanie Blackhall, se confirmó la presencia de altas concentraciones del compuesto bioactivo antocianina, que ayuda a reducir peso.
De pasar las pruebas de validación interna, la técnica diseñada por científicas de la UBA y del CONICET podría llegar al mercado. Se espera que logre reducir grandes pérdidas económicas.