El Instituto Nacional de Vitivinicultura difundió ayer el segundo pronóstico cuantitativo de la producción de uvas de la vendimia 2016 y las cifras indican que se avecina la peor cosecha que se recuerde en el país: se estima una baja del 14 por ciento dado que el año pasado se cosecharon 2.398 millones de kilos y para esta temporada no se esperan más de 2.062 millones de kilos a causa de las inclemencias del clima por el fenómeno El Niño. En el sector vitivinícola local calculan que la producción nacional de uvas que se avecina es la más baja en 50 años, pero a falta de cifras tan antiguas, se puede afirmar que al menos es la peor en 12 años, según los datos que publica el INV desde el año 2004.
La otra cara de la moneda es que la merma de uvas producirá una demanda y repunte de precios, según estiman productores primarios y analistas. Para San Juan el panorama es menos grave, ya que el año pasado se cosecharon 562 millones de kilos y para esta vendimia se estiman recolectar entre 560 y 590 millones. Por lo tanto, de alcanzar la mayor cifra, con suerte será apenas un 5 por ciento más de una de las peores cosechas locales en 20 años como fue la del 2015.
“Hay que destacar además que en esos 500 millones y pico de uvas esperadas en San Juan, están incluidas las destinadas a uva de mesa y a pasas, por lo que a bodega van a ir creo que menos de 500 millones de kilos. El año pasado entraron a las bodegas para su elaboración menos de 490 millones de kilos”, explicó el vicepresidente del INV, Marcelo Alós, en declaraciones al Diario de Cuyo.
La baja mas tremenda se espera en Mendoza, con una caída que supera el 20% y es la zona Este donde se ha perdido más producción, alrededor del 35%. Para esa provincia la estimación de cosecha para este año desciende de los 1.678 millones de kilos del año pasado a entre 1.280 y 1.340 millones de kilos para la actual temporada.
Tanto desde las entidades que agrupan a viñateros -Federación y Asociación- como analistas del sector coinciden en que la mayor merma en la producción mendocina profundizará la demanda de empresas mendocinas por uvas locales, lo que impactará en mejoras de precios. Ya se esta viendo ese fenómeno en las uvas finas -donde los precios subieron el doble respecto al 2015-, y ahora creen que pasará lo mismo con las comunes y criollas dado que son las que acusan una fuerte merma en los viñedos mendocinos del Este.
“Las perspectivas para San Juan son óptimas porque la uva para hacer mosto que no tendrá Mendoza van a venir a buscarla aquí”, opinó un especialista en voz baja. “Producir poco no es bueno, pero en un escenario de excedentes de vino que tira el precio abajo, puede resolver el tema del precio”, agregó. Los viñateros lo saben, por eso ayer las entidades salieron a aconsejar con fuerza “no malvender” la uva y tratar de elaborar a maquila, lo que garantiza seguir siendo dueño del vino o mosto para cuando suba de precio.
“Con este volumen de cosecha creemos que el kilo de cereza (para mosto) no debe valer menos de $2,50 y el de blancas, $3 o $3,50”, dijo Juan José Ramos, desde la Asociación.
