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Otra vez con los peajes

Para el CADIA nada cambió

Para el CADIA nada cambió
infocampo
Por Infocampo

El Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos (CADIA) afrmó que ¨transcurrido un año de la primera concesión llevada a cabo por la Administración Kirchner, lamentablemente se continuó con el sistema perverso de falso peaje implementado en 1990 por el ex presidente Carlos Menem, cuando se concesionaron aproximadamente 8.000 kms. con un sistema inédito en el mundo, y por el cual todos los usuarios viales teníamos que pagar para poder circular por caminos ya construidos. Excelente negocio para algunas empresas constructoras, cuya única inversión fue colocar solo las cabinas de peaje. Ante el descontento y el reclamo que se extendía por todo el país, el ex ministro Cavallo renegoció los contratos, disminuyendo las tarifas y transformó el canon que cobraba el Estado, en un fabuloso subsidio a las empresas que superaron los u$s 1.000 millones, con los cuales se podrían haber realizado obras de infraestructura. Este gran negocio para los concesionarios viales agrupados en el “Club del Peaje”, tenía fecha de finalización el 31 de octubre de 2003, pero la administración Kirchner, sin debate ni análisis, decidió continuar con el sistema de peaje, lanzando una nueva licitación por cinco años más. Pese a la importancia del tema, todo el proceso se desarrolló en 60 días y desde que se abrieron las ofertas hasta que se preadjudicó pasaron sólo cuatro días. En una prueba de velocidad, el presidente Kirchner firmó el decreto de adjudicación 13 días después.

Estos “nuevos contratos” mantienen las tarifas anteriores, pero serán reajustables; las empresas ya no tienen la obligación de hacer obras; los nuevos concesionarios sólo cobrarán el peaje a fin de “no alterar la ecuación económica-financiera de las empresas” se podrá reducir el canon. En síntesis, el Gobierno de Kirchner contrariando su discurso, optó por consolidar un régimen perverso, injusto, ilegal, inconstitucional y antieconómico, no productivo, y como ocurre siempre, con ganancias garantizadas para los concesionarios, y pérdidas para no sólo los usuarios viales sino para toda la comunidad.

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