La soja entró en un período crítico donde las enfermedades de fin de ciclo suelen generar pérdidas de rendimiento a los productores en los lotes.
La presencia de roya ha sido constante a lo largo de los últimos años, y esta campaña no ha sido la excepción.
Infocampo dialogó con Norma Formento, fitopatologa del Inta Paraná, y comentó que “la roya asiática de la soja ha aparecido en muchos lotes sobre todo en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos”.
A la hora de comentar sobre la presencia de esta enfermedad, la especialista señaló que “es una enfermedad endémica, es decir que aparece y aparecerá todos los años, con diferentes niveles de intensidad. Para la zona núcleo en general llega tarde para afectar el rendimiento, sin embargo los lotes productivos del NOA y NEA, resultan con pérdidas importantes en siembras muy tardías y cuando no se aplican fungicidas. También se presenta anualmente con pérdidas importantes en Brasil y Paraguay donde se realizan numerosas aplicaciones. En Argentina y Uruguay bajo condiciones de monitoreo y aplicaciones adecuadas, y en condiciones climáticas normales, con una sola aplicación se logra un excelente control”.
A la hora de comentar sobre las pérdidas y daños que ha ocasionado y puede alcanzar esta enfermedad, Formento añadió que “en Argentina las pérdidas son parciales, porque en general es una enfermedad que llega tarde al cultivo, aunque en 2007 se la detectó en estados vegetativos como V9 en cultivares susceptibles y en la actual campaña 2014-2015 en R2 y R3. Como la definición del rendimiento ocurre entre R3 y R5.5, en esos casos las pérdidas en cultivares susceptibles pueden superar los 800 kg/ha. En el ciclo agrícola anterior 2013/14 en Entre Ríos, sojas sembradas muy tarde, a mediados de enero, ocurrió una defoliación prematura muy importante con pérdidas considerables”.
Sobre las recomendaciones que se deben realizar para no sufrir sobre el final del cultivo, la fitopatologa del Inta Paraná, resaltó que “el monitoreo es una herramienta básica para el manejo sustentable de cualquier cultivo desde la siembra hasta que alcanza la madurez, sin embargo es excluyente e ineludible en la etapa de definición del rendimiento. Para el caso del cultivo de soja es importante reconocer en forma precisa y cuantificar las enfermedades presentes entre R3 y R5.5. En el ciclo del cultivo, en general primero se detecta mancha marrón, luego tizón foliar y por último la roya asiática, además de otras enfermedades como tizón bacteriano y podredumbres de tallo, raíces y cancros. Por ello, las aplicaciones que realice el productor para las denominadas enfermedades de fin de ciclo (EFC) podrían también controlar las primeras pústulas de roya en forma eficiente. También el productor puede enviar folíolos de soja a laboratorios privados para que efectúen la lectura y determinen la ausencia o la intensidad de la enfermedad. A campo, no es una tarea fácil detectar en forma temprana a la presencia de la roya”.
En esta campaña, se empezaron a detectar los lotes en principios de este mes. Las recomendaciones a seguir son muy claras sobre como debe ser los pasos a seguir, para no tener pérdidas de rinde.
Además, Formento explicó que “las detecciones a comienzos de febrero de 2015 en Corrientes y en los Dptos Concordia y Uruguay, y por nuestro Laboratorio de Patología Vegetal del Inta Paraná en los Departamentos de Paraná, Villaguay y La Paz”.
Y continuó: “Un Laboratorio privado la detectó en diversas localidades del Departamento de Nogoyá, a mediados de febrero también en el Centro norte de Santa Fe (UNL). Por ello todos los cultivos de soja con detección de roya asiatica que se encuentren estados reproductivos críticos deberían ser tratados con fungicidas mezcla de estrobilurinas y triazoles o las triples mezclas con carboxamidas que poseen un control muy eficiente”.
Otras enfermedades que han aparecido en la región y también han tenido cierta incidencia son mancha marrón (Septoria glycines), tizón por (Cercospora kikuchii), y trazas de bacteriosis, principalmente tizón bacteriano.
La presente campaña, parece acompañar desde lo climático, y ahora es el momento de aplicar, para no perder a la hora de cosechar, por culpa de las enfermedades.
Por Alejandro Besana
