“Estamos esperando una cosecha de arroz estimada en 950.000 toneladas, que se inició a mediados de febrero en 100.000 toneladas superior a la del año pasado, no por un aumento de área sino por un aumento de rindes, lo cual nos coloca en un saldo exportable de 500.000 hectáreas de arroz base cáscara (no industrializado). Esto nos impulsa a buscar nuevos mercados y a salir del esquema Mercosur, porque realmente no vamos a poder colocar ese gran saldo”, describió Yamila Saiz, gerente de Negocios Internacionales del Grupo Pilagá en una entrevista con Infocampo TV.
“El acceso a mercados que tenemos es deficiente y mucho peor de lo que era cuatro años atrás. Si bien la producción no se ha recuperado a los niveles de 1999 o de 2000, venimos mejorando año a año, pero solamente concentrados en el Mercosur”, agregó Saiz.
“Hay distintas trabas que nos impiden llegar a nuevos destinos -continuó la representante de Pilagá-. Uno de los grandes obstáculos son las retenciones que nos quitan competitividad y la quita de los reintegros a las exportaciones que tuvimos en diciembre ante un proceso inflacionario. En el caso del arroz estamos haciendo todos los trabajos ante la Secretaría de Agricultura y del Ministerio de Economía para demostrar que no hubo un proceso inflacionario y que por lo tanto solicitamos la devolución de los reintegros. Las deficiencias portuarias, principalmente en el litoral, nos quitan competitividad con Uruguay, que es nuestro principal competidor. También estamos con dificultades para llegar a Centroamérica, porque nuestro principal competidor en esta región, Estados Unidos, llega con arroces subsidiados a la producción y a la exportación. Este año y el pasado no fue un problema, pero si lo fue hasta el 2003 toda la llegada de los arroces asiáticos a Chile. En 2002 y 2003 no pudimos exportar un grano de arroz a este destino.El arroz tailandés llegaba a Chile con el mismo precio que nosotros podíamos salir del molino, porque ellos también tienen subsidios. Hoy Tailandia tiene valores más altos, con algunos impedimentos gubernamentales para salir a importar porque están abasteciendo su consumo interno después del Tsunami”.
Con respecto a la colaboración gubernamental, Saiz dijo que el sector cuenta con el apoyo de los gobiernos de Entre Ríos y Corrientes, que son las dos principales provincias productoras, pero que aún no encontraron eco del gobierno nacional. “El viernes pasado mientras estábamos con la apertura oficial de la cosecha en Corrientes, un grupo de la Federación de Entidades Arroceras de la Argentina (FEDENAR) se reunió con Felisa Miceli, la ministra de Economía, en Buenos Aires para presentarle nuevamente la carta explicando el tema (esto ya fue presentado en la época de Roberto Lavagna)”.
“En 1998/99 teníamos una producción de 1.500.000 toneladas, recordó Saiz, y hoy esperamos 950.000 toneladas, tenemos capacidad para aumentar rindes, pero no tiene sentido si no se abren nuevos mercados. El arroz es uno de los productos que emplea mayor mano de obra en el campo. Hay industrias con menos del 50% de la capacidad instalada en uso en este momento. Hay mucho por crecer a nivel campo e industria, pero es imposible si no tenemos acceso a los mercados”, remarcó.
