Hace diez años, Alejandro Rodríguez y Héctor Eyherabide emprendieron el negocio de alquiler de toros con un stock inicial de 60; hoy tienen 700 animales que a partir de primavera se rentan en su totalidad en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, San Luis, Entre Ríos y La Pampa a un precio de 440 kilos de novillo por reproductor.
El alquiler incluye un seguro de inutilización y muerte (por razones biológicas fundamentadas) y, según la cantidad de vacunos y la distancia, también el flete.
En operaciones de 20 toros es libre, entre 10 y 19 cubre uno de los viajes y en menos de 10 se prorratea. Una semana es suficiente para hacer la reserva de la tropa y como mínimo se despachan tres toros por un período que, decide el cliente, va de 60 a 120 días.
La empresa, que lleva el nombre de Rent a Bull, compra los animales a partir de los dos años y los cría en sus establecimientos de San Vicente (400 ha) y Coronel Pringles (330 ha), en Buenos Aires, y Huinca Renancó (600 ha), en Córdoba, a base estrictamente pastoril.
“Están distribuidos en lotes por edad, una tropa con ´pichones´, otra de dos para tres años y los adultos (alrededor de 400 que están a campo natural”, contó Rodríguez. “Siempre compramos a las mismas cabañas que son las de confianza. Tenemos una línea genética propia, desarrollamos toros para vaquillonas, que son los más seguros del mercado, el resto lo compramos. Tenemos Angus negros, colorados, Polled Hereford, Hereford y Shorthorn”, agregó.
En Angus tienen tres líneas genéticas, una que da 23 kilos al nacer, otra que da 28 kilos y los de vaca de tamaño normal. El valor de Angus está entre un 10% y 15% por encima de las demás y esta diferencia se traslada al negocio. Rodríguez señaló que sus clientes no son de una genética en particular, sino de un sistema de producción, de perfil empresarial mixto y que toman el alquiler como un insumo más.
En cuanto a cuestiones sanitarias, los toros se alquilan con un certificado negativo de brucelosis, campilobacteriosis y tricomoniasis. Previo a que se concrete la operación comercial, la empresa se contacta el veterinario del establecimiento de destino para tener referencias.
Los toros tienen una vida útil de cuatro campañas, aunque muchos no llegan a este promedio, y anualmente Rent a Bull repone 30%. Tienen calculado un promedio de 14% de pérdidas por lesiones y enfermedad (en un rango nunca superior al 20% ni inferior al 11%). Las proyecciones del negocio apuntan a llegar a un stock de 1.000 animales, que se puede manejar, y a expandirse en el nordeste buscando un socio que disponga de logística.
Conveniencia
¿Cuáles son las ventajas de alquilar toros para los productores? “Permite liberar campo para otras producciones que son más rentables en el potrero que usaría los toros, y también simplificar una categoría. Un toro come como una vaca y media y además normalmente tienen un potrero más grande de lo que necesita. A lo mejor un campo tiene 500 vacas con 20 toros y estos están subpastoreando un potrero de 50 hectáreas, porque no hay donde ponerlos. Entonces prefieren tener 30 vacas más en lugar de los toros y con la producción de terneros pagan el alquiler”, asegura el propietario de la empresa que en el año 2000 obtuvo el premio al emprededor agropecuario del Banco Francés.
Alexia Giménez
agimenez@infocampo.com.ar
