En el cultivo de maíz, los biofertilizantes a base de azospirillum permiten una mejora en la acumulación de biomasa en la etapa vegetativa, que es la de mayor importancia para la definición del rendimiento final.
La firma Nitragin lanzó comercialmente en la última campaña gruesa su primer inoculante para cereal estival.
“La inoculación del cultivo es compatible con la aplicación de otros tratamientos de semillas (tales como fungicidas e insecticidas) sin afectar su composición biológica, por ello no es necesario el uso de protectores; de esta manera, el productor obtiene una muy buena performance del producto”, explicó a Infocampo Martín Díaz-Zorita, director regional de Investigación y Desarrollo de Nitragin.
Bajo las 151 situaciones ensayadas con fertilizantes biológicos que lleva adelante esta firma, en 40 localidades de Buenos Aires y Córdoba, en condiciones de secano e independientemente del nivel de fertilización, durante los últimos años, el incremento del rinde promedió el 6,5% (equivalente a unos 506 kg/ha).
Los pasos involucrados en la generación de este mayor rendimiento comienzan con la promoción en el crecimiento y desarrollo radical, mejorando de esta manera la absorción del agua y de los nutrientes desde etapas tempranas.
Este mejor uso de los recursos reduce las limitaciones para la asimilación en etapas vegetativas.
De esta manera, en condiciones normales de producción, se logra un mayor tamaño de las plantas y un mayor número de granos por espiga. Además de los efectos propiamente sobre el cultivo, la bacteria aplicada tiene una acción directa sobre el ambiente en torno de las raíces (rizósfera).
Esta favorece la comunicación con otros microorganismos benéficos para la planta como son las micorrizas.
La eficiencia del sistema planta-microorganismo está relacionada con los recursos disponibles. Esta se incrementa cuando aplicamos este tratamiento biológico, con lo que logramos mayor productividad final.
Díaz-Zorita detalló: “La eficiencia es un concepto de protección de la inversión; el cultivo de maíz consume mucho nitrógeno y fósforo y la performance de uso de estos nutrientes en condiciones de secano es moderada. Es importante destacar, que con el uso del inoculante no modificamos los planteos normales de manejo del cultivo”.
El especialista aclaró: ‘Si nos hallamos en condiciones de máximo estrés es muy difícil encontrar mejorías al aplicar estos tratamientos ya que no hay recursos que aprovechar’.
En conclusión esta tecnología mejora en el uso de recursos a partir del aporte de los microorganismos, esta práctica que reduce los riesgos productivos en maíz y mejora en las condiciones para su desarrollo.
