Publicidad Cerrar X

El maíz llega a 190 qq/ha en Río Negro

Son ensayos del Inta en el Valle Inferior, y a campo el rinde está en 10.000 kg. Más de 20 años de estudio en el cultivo confirman estos resultados. La producción del cereal alcanza apenas unas 2.000 hectáreas y forma parte de un esquema de rotación, pero hay mucho interés por su desarrollo.

Son ensayos del Inta en el Valle Inferior, y a campo el rinde está en 10.000 kg. Más de 20 años de estudio en el cultivo confirman estos resultados. La producción del cereal alcanza apenas unas 2.000 hectáreas y forma parte de un esquema de rotación, pero hay mucho interés por su desarrollo.
infocampo
Por Infocampo

Aunque las condiciones agroecológicas para el maíz en la Patagonia norte no parecen tan convenientes por las bajas temperaturas, el menor período libre de heladas que la zona núcleo y las lluvias escasas, hay experiencias de la EEA Inta Valle Inferior del Río Negro que demuestran que el rendimiento allí, bajo un sistema de regadío, puede llegar hasta los 19.000 kg/ha.

Una de las ventajas que ofrece esta zona para el cereal es que a mayores latitudes la radiación incidente es más alta y el crecimiento de la planta responde muy bien a la misma.

Hace seis años, en 2001/02, en un trabajo realizado con Monsanto, los técnicos del Valle Inferior compararon 14 híbridos con rindes que llegaron a entre 16.000 y 19.000 kg/ha, con algunos materiales de ciclo intermedio largo. Sin embargo, los ensayos en maíz empezaron hace mucho tiempo atrás, en los años 80, con evaluaciones de híbridos que realizó el ingeniero Francisco Margiotta, en las cuales obtuvo elevados rindes y a partir de las cuales se concluyó que existen condiciones favorables para el cultivo, que se puede desarrollar con un manejo distinto para esta situación, basado en riego gravitacional.

Así, la producción de maíz en los valles fue concebida dentro de un esquema de rotación con diferentes cultivos, orientado hacia un sistema sustentable.

Al comienzo la región productiva del Valle Inferior se caracterizó por el parcelamiento de superficies de entre 20 y 80 hectáreas y el maíz se incluía como cola de rotación hortícola (zapallo, tomate o cebolla, que dejan poco rastrojo), en suelos enmalezados y degradados físicamente. La expansión del área irrigada del valle y el crecimiento de las unidades productivas llevó a un aumento de la superficie, que en numerosos casos superó las 200 hectáreas.

El sistema de siembra para este tipo de parcelamiento fue adaptado y desarrollado por la EEA Valle Inferior, que consiste básicamente en un armado de surcos depositando la semilla en la parte lateral del camellón.

“La idea es no hacer el riego en pre siembra porque son suelos muy pesados. La implantación se hace con suelo seco, con la sembradora se van formando los camellones”, explicó Roberto Martínez, técnico de la experimental.

Con este sistema se logra una buena germinación de la semilla y combinado con un eficiente manejo del agua, control de malezas y enfermedades, y uso de nutrientes se explica el éxito del cultivo.

En fertilizantes la dosis de urea no baja de 350 a 400 kg/ha, las respuestas las ven a partir de la aplicación de 200 kg de nitrógeno. Por el momento no observan respuesta al fósforo, porque los suelos de la zona tienen buen nivel; no obstante, hay conciencia de la necesidad de reponer la extracción de P.

Si bien el interés del maíz surgió para integrarlo al esquema de rotación por su aporte de carbono, Martínez señala que actualmente hay interés por el cultivo en sí, que también se puede regar por aspersión.

El promedio actual de rinde en la producción a campo se ubica entre 10.000 a 11.000 kg/ha, muy por encima de la media nacional ubicada en 6.100 kg/ha y muy cerca de los resultados de la zona núcleo. En la provincia de Río Negro se estima que la superficie implantada cubre unas 2.000 hectáreas.

Los técnicos de la EEA continúan ahora con los trabajos comparativos. En la campaña actual trabajaron con materiales de Advanta y SPS en el Valle Medio (en la zona de Luis Beltrán) con rindes que se ubicaron entre 10.000 y 17.000 kg/ha. También estudian frecuencias de riego (alta, media y baja) en relación con la fertilización nitrogenada (hasta 350 kg/ha) y sistemas de siembra con surcos apuntando a reducir la labranza en el suelo y al aprovechamiento de surco de un año a otro.

Alexia Giménez / agimenez@infocampo.com.ar

Seguí leyendo:

Temas relacionados: