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"Hace diez cosechas que no se registran estos niveles de pérdida"

"En la campaña 2009/10 las pérdidas por enfermedades de fin de ciclo de la soja fueron más elevadas que en las últimas 10 cosechas", indicó la especialista del Inta Silvia Distéfano.

"En la campaña 2009/10 las pérdidas por enfermedades de fin de ciclo de la soja fueron más elevadas que en las últimas 10 cosechas", indicó la especialista del Inta Silvia Distéfano.
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Por Infocampo

âEn la campaña 2009-10 las pérdidas por enfermedades de fin de ciclo de la soja fueron más elevadas que en las últimas 10 cosechas ya que la mancha ojo de rana fue muy severa, haciendo que el promedio de pérdidas alcanzara entre 7 a 20 quintales/ ha dependiendo de la zona afectada y del cultivar sembradoâ reveló la Ingeniera Silvia Distéfano del INTA Marcos Juárez, en el marco de las Jornadas Anuales de Actualización Técnica para Productores- Fragaria 2010.

Durante la campaña 2009/2010, la mancha ojo de rana (MOR-enfermedad fúngica causada por Cercospora sojina Hara) se detectó desde estadíos más tempranos del cultivo. Las mayores pérdidas se registraron en el SE de Córdoba con cultivares altamente susceptibles y en lotes con años de monocultivo. En dicha campaña se alcanzaron niveles de intensidad superiores a todos los registrados anteriormente lo cual permitió realizar nuevas evaluaciones de los cultivares pertenecientes a la Red de Evaluación de Cultivares de Soja (RECSO) y determinar las pérdidas ocurridas en cada uno de ellos.

âLos cultivares de soja tuvieron distintas respuestas frente a la presencia de C. sojina, que se manifestaron a través de los grados de intensidad de la enfermedad. Con condiciones climáticas predisponentes y abundancia de inóculo, la reacción de los cultivares se mantuvo relativamente estable en los diferentes sitios. Las pérdidas significativas de rendimiento se manifestaron e incrementaron con los grados de intensidad.

La aplicación de fungicidas foliares en estadíos reproductivos redujo la intensidad de MOR y demoró la llegada del cultivo a madurez fisiológica, constituyendo una estrategia de control para las variedades susceptibles. En general, la reducción se asoció a mejoras en el rendimiento, sus componentes, el poder germinativo y la calidad sanitaria de la semillaâ explicó Distéfano.

La ingeniera, que pertenece al Área Mejoramiento Genético Vegetal, Grupo Patología Trigo-Soja, manifestó que mancha ojo de rana pertenece al grupo de las llamadas enfermedades de fin de ciclo, las cuales afectan al cultivo en los estadíos reproductivos intermedios y avanzados, provocando un anticipo en la maduración de las plantas, reducción de los rendimientos y/o calidad de las semillas producidas. âDebido a la uniformidad de la distribución de las mismas dentro de los lotes no siempre son fácilmente percibidasâ.

Según la especialista, en la región pampeana las enfermedades de fin de ciclo de la soja están representadas fundamentalmente por la mancha marrón de la hoja (Septoria glycines), el tizón de la hoja y la mancha púrpura de la semilla (Cercospora kikuchii), el mildiu (Peronospora manshurica), las bacteriosis y la mancha ojo de rana (Cercospora sojina). âLa prevalencia de una u otra dependerá de las condiciones de manejo del cultivo y de las características climáticas de la zona. En la Pampa Húmeda la mancha marrón de la hoja es la predominante, tanto en incidencia (porcentaje de plantas con síntomas), como en severidad (intensidad del ataque)â expuso.

Distéfano dio a conocer algunas pautas para la eficiente aplicación de fungicidas foliares para el control de las EFC. âHay períodos que son críticos para la aparición de este tipo de enfermedades, el hongo Cercospora kikuchii tiene probabilidades altas de aparecer cuando la temperatura oscila entre los 25 y 30 grados y la humedad es alta, y  Cercospora sojina se ve cuando las temperaturas son entre los 28 y 30 grados, también con humedad alta y/o precipitaciones frecuentesâ.

Por otro lado, la ingeniera explicó que en el caso de la mancha marrón de la hoja (Septoria glycines) la cobertura de los surcos es de gran importancia porque el desarrollo de la enfermedad se ve favorecido por el espacio sin cobertura entre los surcos, ya que el patógeno se difunde mediante el salpicado de las gotas de agua de lluvia. Otra de las pautas a tener en cuenta según Distéfano es la severidad de la enfermedad, los valores superiores al 20 por ciento durante los primeros estadíos reproductivos son considerados críticos para las posteriores infecciones

La especialista también brindó recomendaciones de manejo de MOR: âConociendo la reacción de la variedad, ante la aparición de los primeros síntomas de la enfermedad en el lote y con condiciones predisponentes hay que evaluar con un profesional asesor la posibilidad de utilización de un tratamiento químico (bencimidazoles, triazoles o mezclas).

La implementación de los mismos genera respuestas en el rendimiento, aunque también beneficios adicionales como mejoras en la calidad de semilla, aumentos en el peso de los granos y mas días a madurez del cultivoâ.

Además hay productos muy eficientes para el tratamiento de las semillas, que evitarán la introducción del patógeno a nuevas áreas reduciendo su presencia, como el carbendazim, el Metil tiofanato y el Tiabendazol., informó Silvia Distéfano.

Estos temas fueron abordados en las Jornadas Anuales de Capacitación para Productores 2010 realizadas por la firma Fragaria. Las mismas se llevaron a cabo durante septiembre y octubre en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba y recibieron a más de 900 participantes que se actualizaron con información técnica para la próxima cosecha.

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