Cuando faltan apenas siete días para el fin de la tregua, los representantes del gobierno volvieron a posponer por segunda vez consecutiva la reunión que debía llevarse a cabo ayer con los dirigentes del agro para intentar normalizar el funcionamiento del mercado interno de trigo.
El secretario de Agricultura Javier de Urquiza giró un nuevo proyecto triguero a los integrantes de la Comisión de Enlace Agropecuaria, quienes esperaron durante todo el día un llamado oficial para reiniciar las negociaciones. Pero el llamado jamás llegó.
La nueva iniciativa oficial consiste en que los molinos puedan comprar trigo en el mercado interno a “precio pleno” (FAS teórico determinado por la Sagpya) y solicitar compensaciones a la Oncca por la diferencia entre ese precio y el valor de abastecimiento fijado por el gobierno. Pero el Estado nacional se reserva el derecho de restringir las exportaciones.
El dirigente de Confederaciones Rurales (CRA), Javier Jayo Ordoqui, dijo hoy a Infocampo que la nueva propuesta, si bien pretende compensar directamente a la molinería -tal como propuso la Comisión de Enlace desde un primer momento-, tiene algunas inconsistencias.
‘Nuestra principal duda es el tema de precios: no hay una definición clara acerca de quién va a fijar el precio lleno y bajo qué parámetros se realizaría”, indicó Jayo Ordoqui.
Según pudo averiguar Infocampo, la iniciativa propuesta por De Urquiza habría sido remitida a la Sagpya por las autoridades de la Federación Argentina de la Industria Molinera.
El documento textualmente dice lo siguiente:
1. Las exportaciones de trigo corresponderán al saldo resultante de restarle a la producción, el consumo interno, las exportaciones de harina y las previsiones de semilla y por contingencias.
2. Los molinos participarán en la compra de trigo en el mercado, pero solo podrán solicitar compensación a la Oncca por aquellas compras en las que se haya pagado como mínimo el denominado precio FAS teórico publicado diariamente por la Sagpya. De modo tal que el valor de la compensación surgirá de la diferencia entre el precio real de compra y el precio de abastecimiento para el mercado interno, siempre que el precio real de compra se igual o mayor al FAS teórico. De tal forma, aunque se cierren los Registros de Exportación para cumplir con lo mencionado en el primer párrafo, el productor tendrá garantizado el precio determinado por el FAS teórico.
3. Certeza en el monto de compensaciones y en los saldos exportables de trigo: se mantendrá el sistema de asignación de las compensaciones dentro de los volúmenes determinados por la past perfomance de cada establecimiento para el mercado interno. De esta forma, se podrán determinar con mayor precisión los montos reservados para compensaciones y saldos exportables de trigo. El sistema también mantiene el equilibrio en el mercado con la participación igualitaria de molinos grandes y Pymes.
4. Compensaciones para harinas destinadas a productos de consumo popular: para no pagar compensaciones por harina destinada a la elaboración de productos no incluidos dentro de la canasta de gran consumo, una vez determinado el monto de la compensación solicitada por el molino, se pagará el 70 % del dicho monto.
Condiciones necesarias para el funcionamiento del sistema:
1. Relación precios trigo y harina para el abastecimiento interno: si se producen cambios en el precio de abastecimiento para el mercado interno de trigo, los precios de la harina destinada a los mercados compensados, deberán ajustarse manteniendo las relaciones de los precios vigentes entre trigo y harina.
2. Pago de compensaciones devengadas: garantizar a productores y molinos que cobrarán en el corto plazo las compensaciones devengadas hasta tanto se ponga en marcha el nuevo sistema.
3. Apoyo a la exportación de harina: teniendo en cuenta que los molinos quedan obligados a pagar precio pleno, con el objetivo de mantener una política exportadora de harina se restablecerá el diferencial de alícuotas de retenciones a le exportación entre trigo y harinas vigentes antes del 11/3/2008.
4. Financiamiento: se establece un sistema de rápido cobro o preliquidación de las solicitudes de compensación presentadas, para que la molinería pueda actuar con fluidez en el mercado de compras. La falta de financiamiento para los molinos ha sido una de las causas de las dificultades originadas con los sistemas vigentes.