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Brasil: acuerdos varios

Los países del Grupo Ibsa (India, Brasil y Sudáfrica), que suman el 20% de la población mundial, cerraron un acuerdo de cooperación agrícola. Brasil busca introducir variedades de trigo que le permitan reducir sus compras cerealeras en la Argentina.

Los países del Grupo Ibsa (India, Brasil y Sudáfrica), que suman el 20% de la población mundial, cerraron un acuerdo de cooperación agrícola. Brasil busca introducir variedades de trigo que le permitan reducir sus compras cerealeras en la Argentina.
infocampo
Por Infocampo

El llamado Grupo Ibsa, o G-3, 2004, firmó la semana pasada un borrador de acuerdo de cooperación agropecuaria, con el objeto de fomentar la educación agrícola, intercambiar germoplasma y lograr un manejo más eficiente de los recursos naturales.

El acuerdo trilateral se realiza en momentos en que la India (país donde el 65% de la población tiene algún vínculo directo o indirecto con el agro) está a punto de sobrepasar a Japón y posicionarse como la tercera economía del mundo -excluyendo a la UE-, después de Estados Unidos y China, tras haber tenido tasas de crecimiento de 8,5%, 6,9% y 7,8% en los últimos tres años.

El acuerdo definitivo se firmará en marzo en Brasil, durante la Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural.

Esta iniciativa es relevante por dos aspectos: incluirá la búsqueda de consenso en materia de negociaciones agrícolas internacionales, y servirá a Brasil para finalizar el desarrollo de algunos cultivos que necesita para avanzar en su programa de autoabastecimiento agrícola.

Entre ellos, se destaca el trigo. Actualmente, el 90% del cereal brasileño se siembra en el sur, pero ya se está plantando en la zona de los Cerrados.

El objetivo es revertir el perfil importador de Brasil y así evitar las oscilaciones en las cotizaciones internacionales, que terminan impactando sobre los precios del pan y los productos derivados en el socio mayoritario del Mercosur.

El Embrapa (entidad similar al INTA argentino, que maneja un presupuesto anual de u$s 250 M) ya está desarrollando una variedad de trigo que pueda ser plantada en climas cálidos y con una alta tolerancia al estrés hídrico.

Un proceso similar fue el que permitió el ingreso a Brasil de la soja.

“Queremos hacer lo mismo con el trigo, un cultivo en el cual tenemos una cultura de invierno”, dijo el ex presidente del Embrapa, Clayton Campanhola.

“Todavía no tenemos plazos, pero estamos trabajando tras ese desafío”, agregó.

La India aportará germoplasmas de suma utilidad en ese sentido y a cambio exigirá de Brasil y Sudáfrica germoplasmas de soja, maíz, azúcar, aceite de palma y cítricos, entre otros.

En la Argentina, seguramente el sector productivo y exportador se está empezando a preguntar si se habrá acabado la dependencia del trigo argentino por parte de este histórico y vorazcomprador.

Sebastián Masana

Especial para Infocampo

Los países del Grupo Ibsa (India, Brasil y Sudáfrica), que suman el 20% de la población mundial, cerraron un acuerdo de cooperación agrícola. Brasil busca introducir variedades de trigo que le permitan reducir sus compras cerealeras en la Argentina.
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Por Infocampo

El llamado Grupo Ibsa, o G-3, 2004, firmó la semana pasada un borrador de acuerdo de cooperación agropecuaria, con el objeto de fomentar la educación agrícola, intercambiar germoplasma y lograr un manejo más eficiente de los recursos naturales.

El acuerdo trilateral se realiza en momentos en que la India (país donde el 65% de la población tiene algún vínculo directo o indirecto con el agro) está a punto de sobrepasar a Japón y posicionarse como la tercera economía del mundo -excluyendo a la UE-, después de Estados Unidos y China, tras haber tenido tasas de crecimiento de 8,5%, 6,9% y 7,8% en los últimos tres años.

El acuerdo definitivo se firmará en marzo en Brasil, durante la Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural.

Esta iniciativa es relevante por dos aspectos: incluirá la búsqueda de consenso en materia de negociaciones agrícolas internacionales, y servirá a Brasil para finalizar el desarrollo de algunos cultivos que necesita para avanzar en su programa de autoabastecimiento agrícola.

Entre ellos, se destaca el trigo. Actualmente, el 90% del cereal brasileño se siembra en el sur, pero ya se está plantando en la zona de los Cerrados.

El objetivo es revertir el perfil importador de Brasil y así evitar las oscilaciones en las cotizaciones internacionales, que terminan impactando sobre los precios del pan y los productos derivados en el socio mayoritario del Mercosur.

El Embrapa (entidad similar al INTA argentino, que maneja un presupuesto anual de u$s 250 M) ya está desarrollando una variedad de trigo que pueda ser plantada en climas cálidos y con una alta tolerancia al estrés hídrico.

Un proceso similar fue el que permitió el ingreso a Brasil de la soja.

“Queremos hacer lo mismo con el trigo, un cultivo en el cual tenemos una cultura de invierno”, dijo el ex presidente del Embrapa, Clayton Campanhola.

“Todavía no tenemos plazos, pero estamos trabajando tras ese desafío”, agregó.

La India aportará germoplasmas de suma utilidad en ese sentido y a cambio exigirá de Brasil y Sudáfrica germoplasmas de soja, maíz, azúcar, aceite de palma y cítricos, entre otros.

En la Argentina, seguramente el sector productivo y exportador se está empezando a preguntar si se habrá acabado la dependencia del trigo argentino por parte de este histórico y vorazcomprador.

Sebastián Masana

Especial para Infocampo

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