Brasil pasó a ser un acreedor externo, un hecho inédito en la historia económica del vecino país, según informó hoy el Banco Central do Brasil. La autoridad monetaria explicó que tal fenómeno fue posible gracias a una progresiva reducción de la deuda externa líquida total (producto de deducir los activos en el exterior ‘fundamentalmente reservas internacionales’ de la deuda bruta total).
‘La deuda bruta del sector público no financiero se redujo en un 43,3% con relación a su mayor valor histórico, en septiembre de 2003, registrando un estimado de 70.100 millones de dólares en 2007’, informó hoy un comunicado del Banco Central do Brasil. Esto se logró porque a partir de 2006 el Tesoro Nacional del vecino país comenzó un programa de recompras de títulos de deuda pública, además de pagos anticipados al Club de París.
‘En los últimos cinco años, la deuda externa líquida total pasó de 165.200 millones de dólares a fines de 2003 a un estimado de 4300 millones de dólares en 2007. En el primer mes de 2008 se proyecta que ese monto se tornará negativo en más de 4000 millones de dólares, lo que implica que, en términos líquidos, el país pasó a ser un acreedor externo’, indicó la entidad.
La contrapartida de este fenómeno es el notable aumento de las reservas internacionales promovido por la fortaleza de las exportaciones brasileñas; el sostenido ingreso de capitales globales al mercado financiero del vecino país (Brasil está próximo a lograr el Investment Grade); una adecuada afluencia de inversiones extranjeras directas; y una administración ordenada de las cuentas públicas.
Por todo ello, las reservas internacional del Banco Central do Brasil pasaron de 16.300 millones de dólares en 2002 a 180.300 millones de dólares a fines de 2007.
Buena parte de este hecho favorable para la economía brasileña se explica por el crecimiento de las exportaciones de bienes con destino a China. ‘Nuestras ventas externas a China aumentaron mucho y generaron un creciente ingreso de divisas’, explicó el economista Raul Velloso a la oficial Agencia Brasil. ‘Brasil produce lo que China precisa, como mineral de hierro y soja, algo que nosotros tenemos en abundancia’, agregó.