Desde que comenzó a regir la resolución 125/08 del Ministerio de Economía y sus posteriores modificatorias la retención sobre el maíz aumentó un 64% versus un 25% sobre la soja.
En un primer momento, los representantes del gobierno insistieron hasta el cansancio que el objetivo primario de las retenciones móviles consistía en desincentivar la producción de soja para estimular la siembra de cereales. Pero si esa era la intención original, hoy puede advertirse que el instrumento empleado no fue por cierto el más adecuado.
El 11 de marzo pasado, cuando comenzó a regir el nuevo sistema, la alícuota móvil sobre el maíz era de 24,4% sobre un valor FOB de 218 u$s/tonelada (es decir: el cereal aportaba entonces 53,1 u$s/t en concepto de derechos de exportación). Pero hoy martes 8 de julio la alícuota es de 33,0% y el precio FOB de 265 u$s/t, con lo cual el aporte es de 87,4 u$s/t, un valor 64% superior al del 11 de marzo.
En cuanto a la soja, el 11 de marzo la alícuota móvil era de 43,4% sobre un valor FOB de 505 u$s/tonelada (la oleaginosa aportaba entonces 219,1 u$s/t en concepto de derechos de exportación), mientras que hoy martes 8 de julio la alícuota es de 47,8% con un FOB de 573 u$s/t, con lo cual el aporte es de 273,8 u$s/t, un valor 25% superior al del 11 de marzo.
