El pasado viernes 24 de agosto, en las instalaciones de la Sociedad Rural de Saladillo, se llevó a cabo el remate anual de Cabaña El Tejar. Se presentaron 80 toros y 100 terneras de la raza Angus, que contaron con la certificación de Angus BreedPlan Argentino, el sistema de evaluación genética ingresado a la Argentina por Bustingorri Hnos. También se comercializaron 80 vaquillonas P. Hereford de segundo servicio.
Teniendo en cuenta el buen panorama de las razas índicas y de cruzas en el noroeste argentino, Jaime Mc Lean, director técnico de Cabaña El Tejar, se mostró muy conforme con los valores obtenidos en el remate. El precio máximo alcanzado fue $5.700, en la categoría toros generales, con un promedio registrado de $4.304, y dos toros se cotizaron a $3.500.
Los toros puestos a la venta presentaban un “frame muy moderado, y amplia información de BreedPlan. Además, la genética de nuestro plantel es de Bustingorri Hnos.; los compradores han adquirido un producto muy funcional”.
En vientres, se vendieron 100 terneras Angus a un precio máximo de $700 y 80 vaquillonas de segundo servicio Polled Hereford, que alcanzaron una cotización promedio de $1.310.
El evento superó las expectativas de los organizadores, sobre todo en la venta de reproductores: “Esperábamos realizar un promedio aproximado en toros de $3.600; además de vender todos los toros, se comercializaron con un promedio de $4.400”.
A la hora de comprar genética, Mc Lean explica que los productores tienen que visualizar al toro como una herramienta, y en caso de ser necesario, pagar algo más. “El toro puede estar cinco años en los rodeos, y dejar aproximadamente unas 200 crías; si se pagan $500 o $600 más, en realidad son $2 más que se pagan por ternero. Hay que tener paciencia a la hora de comprar genética, son procesos largos.”
La edad promedio de los toros comercializados fue de 24 meses, aunque la tendencia actual es vender toros más jóvenes, incluso de 15 meses. Si bien es un buen negocio para el comprador, hay que tener algunos cuidados a la hora de largar estos ejemplares jóvenes a servicio.
En toros de un año y medio, si la línea genética es de precocidad sexual, y bien trabajada en los aspectos de fertilidad y selección, se desenvolverán sin inconvenientes en el rodeo. “Aunque es un excelente negocio, hay que tomar algunos recaudos. No es conveniente utilizarlos en vacas adultas, pueden funcionar bien, pero son animales con poca experiencia y al caminar demasiado, se gastan bastante.”
Para evitar esta situación, el director técnico de El Tejar recomienda echar a estos toros con vaquillonas de 15 meses. Al ser de segundo servicio, tienen una presentación de celo menor y el toro no sufre tanto desgaste. Al entrar a servicio antes de tiempo, el toro menor de dos años puede contraer queratoconjuntivitis, y también sufrir una disminución notable de su condición corporal.
Mc Lean señala que se puede efectuar un negocio muy rentable al comprar la vaquillona con garantía de preñez en el equivalente a u$s400, y en un lapso de pocos meses, obtener un ternero. “Una vaca gorda vale aproximadamente $1.000, y en seis meses ya se puede vender un ternero de muy buena calidad; inclusive, en los corrales teníamos vacas que ya estaban paridas.”
