El Senasa denunció a la OIE que dieron positivos los análisis realizados al bovino perteneciente al campo lindero al establecimiento San Juan, detectado con sintomatología de la enfermedad el 21 de febrero pasado.
“De acuerdo con los manuales de la OIE esta confirmación debería entenderse como un segundo foco de aftosa en el país, por lo que bajo esa concepción se procedió a la denuncia”, dijeron a Infocampo fuentes del Senasa.
No obstante la comunicación oficial bajo el rótulo de “segundo brote”, la realidad es que esto es sólo un tecnicismo porque “la situación epidemiológica no cambia, como tampoco la cantidad y la identificación de los ocho departamentos interdictados al ocurrir dentro del perímetro del foco inicial”, agregaron las fuentes.
El bovino enfermo se detectó en un predio lindero al potrero en donde estaba el lote afectado del foco inicial. “Se trata, por tanto, de una unidad epidemiológica que involucra a pequeñas tropas de varios productores”, se explicó en un comunicado del organismo sanitario nacional.
El animal afectado no presentaba marca de propiedad ni figuraba en el acta de vacunación e inspección del área perifocal de fecha 11 de febrero de 2006.
El resto de los animales integrantes del lote, considerados contactos directos del bovino enfermo al momento de la detección, “no presentaron signos clínicos de enfermedad, y resultaron negativos a la detección de anticuerpos contra proteínas no estructurales en el muestreo efectuado sobre los mismos”, aclaró el Senasa.
No obstante esta situación, a partir de la confirmación diagnóstica, el 24 de febrero, se determinó el sacrificio sanitario del animal afectado y sus contactos directos, tarea actualmente en ejecución.
Fuentes del Senasa detallaron que a la fecha ya se abonaron unos $98.000 en concepto de indemnización para los pequeños ganaderos, cuyos animales debieron ser sacrificados, y aclararon que los pagos se están realizando en un término de tiempo razonable.
