Un equipo de técnicos, vinculados con la Federación Agraria Argentina, asumiría al frente del Instituto Nacional de Semillas -según confirmaron altas fuentes de la entidad a Infocampo- posiblemente la semana próxima. “Estamos a la espera de que salga el decreto”, confiaron.
Este instituto fue creado por decreto 2.817, en 1991, como autoridad de aplicación de la ley de semillas 20.247; fue disuelto durante la administración de De la Rúa y vuelto a funciones por la actual gestión con la ley 25.845.
Pero en febrero, la conducción que encabezaba el ingeniero agrónomo José Luis Russo, un técnico del INTA, presentó su renuncia a partir del 1° de marzo. Con él se fue también Oscar Costamagna, ex director nacional del INTA y hombre con buena llegada al secretario Miguel Campos.
Según trascendió, en una reunión realizada este martes entre el secretario Campos y el presidente de la FAA, Eduardo Buzzi, se acordó que un técnico de la entidad ruralista, acompañado de un equipo de hombres de ella, se hará cargo de manejar los destinos del Inase.
“Fiscalizar, fiscalizar y fiscalizar”, dijo la fuente de FAA consultada cuando se le preguntó cuáles serían los ejes de la gestión. Sucede que en sólo una de cada cinco hectáreas que se siembran con soja y trigo se utiliza semilla fiscalizada. El resto del área se siembra o bien con semillas que pueden provenir de la propia producción del agricultor (uso propio) o bien del mercado negro (bolsa blanca), en una proporción no determinada.
Justamente, son los semilleros que producen nuevas variedades de estas dos especies, particularmente de soja, los que se quejan por el desorden que manifiesta el mercado. “Fiscalizando, los semilleros van a poder vender más semilla y cobrar más regalías”, sostienen desde la entidad ruralista.
Pero los puntos de contacto entre obtentores y la FAA pueden ser más, todavía. Es que en un proyecto para aumentar la venta de semilla fiscalizada, los semilleros proponían que los pequeños y medianos productores pudieran continuar haciendo uso propio de su semilla y es este perfil de agricultor a quien representa la Federación Agraria.
En la entidad sostienen que así como defenderán el uso propio -consagrado en la Ley de Semillas- se enfocarán en fiscalizar la acción de los grandes grupos de siembra, donde se encontraría el uso abusivo de este derecho.
Anhelo. “Ahora, los productores vamos a estar al frente del Inase”, declararon las fuentes. La idea que adelantaron es volcar el instituto puertas afuera, con la fiscalización como uno de los ejes principales, pero también fortaleciendo el nexo con el interior del país, vía acuerdos con los colegios de ingenieros agrónomos y otras instituciones que colaboren en la aplicación de la Ley de Semillas. Las fuentes señalan que esperan la salida del decreto y que el anuncio formal se haría la próxima semana.
Buenas relaciones
Son las que mantiene la Federación Agraria Argentina con el Gobierno. Además de tener buena llegada con la ministra Miceli, la entidad fue una de las que firmó, a diferencia de CRA y SRA, el acuerdo por el precio de la carnes junto a Coninagro.
