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Faltan legisladores que impulsen al campo

"Ninguna de las fuerzas políticas que disputarán los cargos legislativos en octubre considera al agro como el motor dinamizador de la sociedad", sostuvo un importante catedrático de la UCA.

"Ninguna de las fuerzas políticas que disputarán los cargos legislativos en octubre considera al agro como el motor dinamizador de la sociedad", sostuvo un importante catedrático de la UCA.
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Por Infocampo

El sector agropecuario fue uno de los principales factores de progreso a lo largo de la historia argentina, pero sólo logró mantener una correcta integración con el sector público y con las autoridades en la llamada Generación del ’80, cuando el modelo agroexportador representó una verdadera política de Estado. Hoy, cuando las retenciones son un hecho y los controles de precios y las vedas vuelven al lenguaje de los políticos en cuanto aumenta la inflación, es necesario recordar que en el pasado estas medidas no pudieron dar respuestas a los problemas que supuestamente solucionarían.

“Las claves para la correcta integración entre ambos sectores estarán dadas por la capacidad de que los productores agropecuarios vuelvan a convertirse en el factor de la historia y que recuperen una posición de poder frente a políticas públicas intervencionistas”, aseguró Juan Cruz Jaime, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Católica Argentina (UCA), durante el Congreso Regional de la Zona Oeste Arenoso de Aacrea, organizado recientemente en Córdoba.

El profesor señaló que la Secretaría de Agricultura nacional debería convertirse en un ministerio, como lo fue desde 1898 hasta 1962 y como lo es actualmente en todos los países del Mercosur. “Mientras tengamos un secretario de Agricultura condicionado por el poder, el sector agropecuario sólo va a tener una mínima influencia en las decisiones del país”, indicó.

Según Jaime, el período de la Generación del ’80 fue el último momento en la historia de la Argentina en el que existió una relación ideal entre los sectores público y agropecuario.

“Esto se logró -señaló- porque existía una clara visión internacional respecto de cómo se movía el mundo y cuáles eran los factores de poder. En ese momento, la Argentina tuvo una clase dirigente conformada por productores agropecuarios, dijo el catedrático de la UCA, antes de ejemplificar que en 1910, seis de los ocho ministros del Poder Ejecutivo eran productores. Para 1934, este número bajó a dos y a partir 1970 no hubo más representantes.

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