Se puede considerar al grupo Navilli como un conjunto de empresas, organizadas en torno a la familia de ese apellido, establecida en Laboulaye (Córdoba).
La operatoria de este grupo tiene cuatro divisiones: a) la molienda de trigo, con siete plantas en todo el país y una actividad exportadora fuerte. Sobresale
allí Molinos Cañuelas SA, en la localidad bonaerense homónima; b) el acopio y la originación de cereales y oleaginosas por medio de Compañía Argentina de Granos; c) la logística de exportación, por medio de Terminal Las Palmas, en el puerto de Zárate, operado a través de Molca SA; y d) la producción agropecuaria por medio de Selene SA y otras, con la cual manejan unas 60.000 hectáreas de campos.
Pero el abanico de este grupo no termina allí. También ingresaron al negocio de los aceites refinados, desde Molinos Cañuelas, en tanto que una parte de la familia se alzó con la marca de ropa Vitamina, tras la crisis de 2001.
La historia del grupo se remonta a la década del 30, cuando los hermanos Adriano y Aldo Navilli empezaron con el negocio de la molienda de trigo en Laboulaye, con el Molino Florencia.
Desde allí comenzaron a expandirse hasta contar en la actualidad con las plantas de Cañuelas y PiguÌ. (en Buenos Aires), Adela María, Laboulaye y Río Cuarto (en Córdoba), Alvarado (Salta) y Rosario (Santa Fe).
Con esta infraestructura lideran la exportación de harina, con una presencia muy fuerte en Brasil y en Bolivia.
En el primero de esos países, principal destino de las exportaciones argentinas, el grupo tendría un molino, más exactamente en el estado de Rio Grande do Sul, que habría sido adquirido en 1996.
Lo que sí está claro es que la empresa mantiene una buena cantidad de agentes comerciales y operadores en el mercado brasileño.
Para reforzar la operación de comercio exterior, el grupo adquirió un predio de 85 hectáreas sobre el Paraná de las Palmas, donde emplazó un puerto cerealero y de carga general, denominado Terminal Las Palmas, donde pueden cargar los buques de tipo Panamax y salir con un calado de 36 pies.
Para este proyecto, el grupo suscribió un convenio con la Corporación Financiera Internacional que le permitió acceder a un prestámo de 35 millones de dólares, en 2006.
En el mercado sostienen que la visión de los Navilli es constituir una empresa de alcance internacional, pero netamente argentina.
En este proyecto, el puerto (en manos de la sociedad anónima Molca, nombre que deriva de Molinos Cañuelas) juega un papel fundamental. Pero más lo jugaría si pudieran unir esa terminal portuaria con su centro de transferencia logística ubicado en la localidad de Open Door (cerca de Pilar), sobre las vías del ferrocarril ALL Central (ex San Martín), por medio del tren.
De ahí que el proyecto que hoy se encuentra sobre el escritorio del ministro Julio de Vido, para conectar las vías del ex San Martín con el ex Urquiza a la altura de Pilar, sea de un interés grande para el grupo Navilli, ya que facilitaría y abarataría el movimiento de los commodities desde el oeste (Laboulaye) hacia la salida portuaria (Zárate). Hay que mencionar que el grupo tiene una alianza estratégica con ALL.
La estructura societaria de los Navilli es compleja y se caracteriza por tener casi siempre a los mismos familiares rotando en los cargos del directorio. Son unas 20 sociedades anónimas en manos de los Navilli. Un factor adicional que favorece a la confusión son los nombres de los miembros de la familia. Así, mientras en la generación fundadora aparece Adriano Carlos Navilli (nacido en 1928), en la segunda generación está Carlos Adriano Navilli (nacido en 1959).
Algo similar ocurre con “Aldito” Navilli, una de las cabezas del grupo, que pertenece a la segunda generación, aunque en la primera está Aldo Leandro Navilli.
En tanto, si bien se habla de una separación de los negocios entre los hijos de los hermanos fundadores, en los directorios de las muchas empresas que poseen aparecen indistintamente unos y otros.
Siguiendo con el negocio, con base en Río Cuarto, opera la Compañía Argentina de Granos (CAG), una corredora y acopiadora de cereales y oleaginosas que viene experimentando un crecimiento notable en los últimos tiempos.
En su evolución se menciona como socios de los Navilli a los hermanos Miguel Simeón Sobrero y Roberto Pedro Carmen Sobrero, el primero de los cuales, médico veterinario de profesión, ocupó la Subsecretaría de Agricultura de la Nación en la última etapa del gobierno del Dr. Menem, para luego desempeñarse como secretario de Agricultura y Ganadería de Córdoba.
Desde 2000 CAG es exclusivamente de los Navilli. La compañía sostiene poseer una capacidad de acopio de 550.000 toneladas, en 55 plantas, y una facturación que supera los $1.000 millones.
Conducida por Marcelo Gaitán, la empresa maneja una cartera de 7.000 clientes y opera 2,30 Mt (cuatro veces su capacidad instantántea). Sus últimos golpes fueron la asociación con Personal para entregar teléfonos blackberry a sus clientes y la colocación de un fideicomiso por $33 millones, lanzado en Rosario.
La cuarta columna del negocio de los Navilli es la producción agropecuaria. Allí operan básicamente por medio de la firma Selene, aunque también Santa Cecilia del Oeste SA y Puramel SA aparecen vinculadas a la actividad. El líder del farming es “Parri” Palma.
La firma posee campos en San Luis, con una fuerte inversión en riego. Al establecimiento El Porvenir, en Quines, recientemente se le autorizaron seis perforaciones, en tanto que noticias periodísticas dan cuenta de que Puramel tiene en esa zona 12.230 hectáreas, con más de 4.000 bajo riego.
