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Huerta de verano: claves para planificarla desde el invierno

El invierno es la estación ideal para comenzar a diagramar una exitosa huerta de verano familiar, que contenga todos los cultivos que ayuden a tener en casa una dieta saludable.

Lucas Mich
Por Lucas
Mich

La huerta de verano es la preferida por la gran mayoría de los huerteros. Es el momento en el que se puede esperar la mayor productividad, y obtener, a la vez, una gran cantidad de alimentos saludables, naturales y nutritivos.

Por otra parte, en esa estación del año, se pueden implantar cultivares que son ideales para almacenar e ir consumiendo durante el resto del año. Es decir, vegetales que pueden destinarce a concervas.

“Son muchas las posibilidades que nos brinda esta temporada y la clave es estar preparados de la mejor manera para aprovechar estas condiciones desde el invierno”, expresó a Infocampo, el especialista de ProHuerta, Guido Bruno.

CLAVES PARA PLANIFICAR LA HUERTA

Como prioridad, Bruno señala que hay que focalizarce en dos aspectos claves: el primero es contar con una planificación sobre el cultivo que se buscará producir, en qué superficie y como será su manejo.

El otro aspecto fundamental es comenzar con los cultivos de manera temprana, recién iniciada la primavera, donde las temperaturas son óptimas para la germinación y el crecimiento.

Además, otro factor a favor es que es una etapa en que la presión de insectos todavía es incipiente.

De todos modos, Bruno subraya que la planificación de la huerta de verano dependerá de cada caso en particular. En algunos con más detalle y otros más simple, que también tendrá que ver con la experiencia del huertero.

LOS CULTIVOS DE LA HUERTA: CUÁLES Y CUÁNTOS

Pero a grandes rasgos, “lo que debemos definir en este momento es qué especies vamos a cultivar, qué cantidad de cada una, en qué momentos y cómo tendrá que ser el manejo del cultivo”, abordó el técnico del INTA Pergamino.

huerta familiar 1

Cuando el planteo es qué sembrar en la huerta, va a depender de los gustos del “productor”, del espacio que tenga en su terreno y de la facilidad de algunas especies para elegirlas.

Por su parte, cuando se evalúa la cantidad, se refiere a qué superficie va a destinar a cada cultivo, y por lo tanto, qué volumen de producción podrá cosechar.

En tanto, el momento tiene que ver con la fecha de siembra y además si se realizarán siembras escalonadas, con el fin de tener producción a lo largo del tiempo.

El manejo del cultivo, además, se refiere a la modalidad en que llevará adelante el cultivo, desde la siembra hasta la cosecha y todos los trabajos que su siembra requerirá durante su ciclo.

“La planificación es el momento para definir fechas de siembra, distanciamientos para cada cultivo, si requieren algún manejo especial (poda, tutorado) y tratar de diagramar un calendario de actividades, que será nuestra hoja de ruta”, explicó el referente.

PREPARAR EL SUELO PARA LA HUERTA

En tanto, según la superficie, las herramientas y la experiencia que el huertero tenga, la preparación del suelo puede variar mucho.

“Si es una huerta nueva, en la que debemos empezar desde cero, es importante hacerlo con tiempo, ya que la preparación del terreno así lo demanda”, destacó el entrevistado.

En ese sentido, enumeró: “Primero quitar todo el césped o plantas que haya en el sitio, luego puntear con pala de punta e ir retirando todos los restos de raíces que veamos. Se debe trabajar hasta una profundidad aproximada de 25cm”, insistió.

Además, remarcó que se debe achicar los terrones con azada, las veces que sea necesario, hasta dejar la tierra desmenuzada y suelta. Finalmente hay que armar los surcos o tablones de acuerdo a lo planificado.

huerta en invierno

Por el contrario, si la huerta ya existe, es importante no dejar nunca que las malezas crezcan excesivamente, ya que va a ser muy dificultoso quitarlas.

Además van a producir semillas que aumentarán el banco de semillas de malezas presentes en el suelo, incidiendo en su emergencia en años posteriores

“Es muy importante al momento de la preparación del terreno, la humedad del suelo, ya que de esto va a depender la facilidad para trabajarlo y la calidad del trabajo final. Otra de las acciones que podemos ir haciendo es el agregado de abono”, diagnosticó.

LA IMPORTANCIA DEL ANTECESOR

La práctica de realizar cultivos de servicio, (cultivos de cobertura y abonos verdes) están presentes en las recomendaciones de muchos especialistas. En el caso de las huertas, por ser productivas todo el año, no se dispone momentos donde se puedan utilizar.

“Lo que si podemos tener en cuenta, es rotar cultivos, es decir, planificar la secuencia de especies que van a crecer en un lugar a lo largo del tiempo”, recomendó Bruno.

El objetivo de la rotación es mantener las características productivas del suelo, sin agotarlo, pero también evitar enfermedades. Esto se debe a que las distintas plantas, tienen diferentes requerimientos; es decir que usan diferntes tipo y cantidades de nutrientes.

“Además sus raíces extraen los nutrientes de diferentes profundidades y la composición de sus tejidos es distinta. Sumado a esto, la presencia de los restos del cultivo anterior, cuando se trata de la misma especie o de especies emparentadas, puede ser inoculo de enfermedades”, manifestó el consultado.