Publicidad Cerrar X

La bioenergía será el eje de la agenda que mostrará el INTA en Expoagro 2017

El Instituto trabaja en propuestas tecnológicas que buscan planteos más virtuosos, eficientes y sustentables.

infocampo
Por Infocampo

La bioenergía es el medio, pero no el fin. Compleja y en permanente expansión tecnológica, la posibilidad de aprovechar los recursos biomásicos –desde residuos pecuarios, agrícolas y forestales hasta cultivos específicos y desechos urbanos– despierta la inquietud y la inversión de diferentes emprendimientos agroindustriales a la hora de repensar los procesos de transformación de materias primas que llevan adelante, sobre todo en zonas donde el acceso a las fuentes tradicionales de energía es imposible o insuficiente y, por lo tanto, limita el desarrollo del territorio.

Este eje integrará la agenda de temas que el instituto –de la mano del Ministerio de Agroindustria de la Nación– mostrará en Expoagro 2017. En esta edición, la muestra se realizará en un predio –estable por los próximos 15 años–, ubicado en el kilómetro 225 de la RN 9, partido de San Nicolás, Buenos Aires.

En jurisdicción cordobesa, la bioenergía moviliza una historia de innovación. Se trata de la empresa nacional Porta Hermanos que desarrolló un modelo de destilería a pequeña escala totalmente automatizada –denominado “MiniDest”– para producir bioetanol y burlanda a partir de maíz. A diferencia de las grandes plantas, este tipo de ingeniería se instala en los establecimientos agropecuarios, simplifica circuitos de logística, reduce costos y puede combinarse con actividades agropecuarias como feedlots o tambos, donde es posible aprovechar la burlanda –subproducto del maíz– en las dietas animales.

Según señaló Mario Bragachini, especialista en agregado de valor del INTA Manfredi –Córdoba–, “una vez más, la bioenergía no constituye el eje principal de la agroindustria, sino un complemento estratégico para agregar valor”. En ese sentido, comentó: “En este caso, el objetivo es transformar los granos, extraerles el almidón para obtener bioetanol y utilizar los concentrados energéticos-proteicos para potenciar la producción de carne”.

Las minidestilerías muelen hasta 40 toneladas de maíz por día –equivalentes a 14.500 toneladas anuales– con un excedente proteico que podría abastecer a unos 3.000 novillos en engorde, con una ración que incluye un 40 % de burlanda húmeda. “Estas plantas generan un ahorro significativo en fletes, en tanto el maíz y la burlanda se procesan en origen y habilitan el transporte de productos con mayor valor agregado como novillos o bioetanol”, explicó.

Los establecimientos ocupan un área no menor a las 4.000 hectáreas de acuerdo con las potencialidades de rendimiento de la región. “Por eso, son planteos tecnológicos recomendados para grupos de productores asociados”, sugirió José María Méndez, especialista en bioenergía del INTA Totoras –Santa Fe–.

Para consolidar la eficiencia y competitividad de este planteo productivo, técnicos del INTA evalúan el comportamiento animal frente al consumo de concentrados proteicos y realizan el seguimiento de los feedlot que la empresa tiene ubicados en las localidades de Rayo Cortado y Berrotarán, en los lotes donde funcionan las minidestilerías. Además, “se espera avanzar en el estudio, análisis y ajuste de los diferentes niveles del sistema”, explicó.

Asimismo, se estudia el diseño de un sistema que realimente de energía a la fábrica de bioetanol a partir de los efluentes del feedlot y de los desechos agrícolas. “Existe potencial para transformar los residuos biomásicos en energía, lo cual consolidará una serie de procesos en origen virtuosos entre sí: por ejemplo, sumar la burlanda seca y extender su utilización a las producciones porcina y aviar”, argumentó Diego Mathier, del INTA Manfredi.

“Si se avanza en el camino de la biodigestión anaeróbica, luego de la extracción del biogás, queda un residuo líquido –denominado digerido– que tiene propiedades de biofertilizante y, aplicado correctamente, sustituye la incorporación de compuestos químicos por nutrientes biológicos en los suelos”, especificó Nicolás Sosa, de la misma unidad del INTA. En esa línea, desarrollan ensayos para analizar la respuesta de los cultivos a estos subproductos, con resultados muy positivos en los rindes según el tipo de producción y el ambiente.

Temas relacionados: