El Gobierno logró ayer un acuerdo con dos entidades de la producción, Coninagro y Federación Agraria Argentina y cinco cámaras industriales de la carne; pero la propuesta fue resistida por la Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas y las asociaciones de consignatarios, quienes solicitan bajas en las retenciones.
Eduardo Buzzi, presidente de Federación Agraria Argentina, dijo a Infocampo TV: “Nosotros creemos que es un paso que hemos dado para construir el consenso, de sentar las bases de una política ganadera largamente demandada en aspectos sanitarios en frontera, identificación y trazabilidad, la cuestión financiera y la revisión arancelaria en el corto plazo. Acá hay una cuestión de fondo que es que había que dar una señal a la sociedad en su conjunto. Si la carne puede acordar estabilidad de precios, tema tan sensible a la sociedad, también se podrán controlar otros sectores económicos como el gas, para que no se dispare el precio”.
No obstante, los productores que representa la FAA no son los principales exportadores, por lo tanto las retenciones no fueron el centro del debate. Al respecto, Buzzi expresó “es verdad que la industria exportadora tiene 10 o 12 mil puestos de trabajo, pero tampoco las retenciones se iban a trasladar en forma inmediata a los productores. Creemos que este tema no puede ser un obstáculo para construir un ámbito de consenso. Esto se realiza en el marco de la aceptación del gobierno de que existe un problema estructural, que consiste en aumentar la oferta de producción. Creemos que es un paso haber firmado, aunque no es la solución de la ganadería”.
Con relación al futuro del acuerdo, el dirigente apuntó que “nosotros ni los que no firmaron manejamos variables como por ejemplo una semana de temporal, inundaciones ni sequías extraordinarias. Esto está bastante prendido con alfileres, por eso creo que hay de crear un ámbito de concertación, dejar que actúe el mercado puede provocar que algún día las retenciones sean mucho más graves. Hay que concertar, trabajar, avanzar y construir. Este acuerdo intenta contener el precio, no una baja del mismo, busca crear condiciones para que haya equilibrio y para que en los próximos cinco años haya 10 o 12 millones de animales más que es lo que hace falta en la Argentina. El debate agropecuario no es retenciones si o retenciones no, va mucho más allá”, finalizó.
En el estudio de Infocampo también estuvieron presentes los productores opositores al pacto. Néstor Roulet, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas, explicó la posición de la entidad:
“Veníamos conversando con el licenciado Fernando Nebbia, quien nos dijo que dentro del acuerdo se preveía el anuncio de baja de las retenciones, en base a eso trabajamos jueves y viernes, con una concertación fuerte. Creíamos que el acuerdo del lunes iba a contemplar esto, nosotros, los del campo estamos acostumbrados a que la palabra se cumpla, estuvieron 15 o 17 cámaras presentes que escucharon que las retenciones se iban a bajar, la realidad es que eso no se cumplió. Cuando terminamos de firmar, esperamos los anuncios, que no se hicieron; por eso no firmamos. Nosotros tenemos a 100.000 productores ganaderos y 300 sociedades que nos dijeron que no podíamos firmar para trabajar en una economía de achique, porque estamos convencidos de que el mejor plan antiinflacionario es aumentar la oferta”.
“Lo que queremos es rentabilidad, no subsidios y en ese planteo estuvimos trabajando. En zonas de sequía esto se nota más. Creemos que la ganadería tiene que estar en crecimiento. Tenemos que hacer una combinación entre mercado interno y exportación”, añadió Roulet y con relación al futuro manifestó: “Vamos a trabajar con nuestras entidades, escuchar a los productores y en base a ello trabajaremos”.
