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Los precios retraen la siembra de lino

En pocos días comienza la implantación de la oleaginosa, pero los productores no deciden cuánto sembrar por las perspectivas desalentadoras de precios. Cómo ha evolucionado la producción de este cultivo que ha retraído su superficie en las últimas dos décadas.

En pocos días comienza la implantación de la oleaginosa, pero los productores no deciden cuánto sembrar por las perspectivas desalentadoras de precios. Cómo ha evolucionado la producción de este cultivo que ha retraído su superficie en las últimas dos décadas.
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Por Infocampo

En la campaña 2004/05, Entre Ríos generó el 99% del total de lino producido por la Argentina. Por lo tanto, tomar como referencia lo que ocurre en esa provincia con esta oleaginosa es un buen parámetro. Si bien después del pico de caída en superficie y producción que sufrió la oleaginosa en 2001/02 (7.200 ha y 5.300 t, respectivamente), el lino repuntó en las campañas subsiguientes hasta llegar a las 36.700 ha y una producción de 44.000 t en la última campaña 2005/06.

No obstante, las perspectivas no son buenas para la siembra que comienza en unos días. Según datos de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, no hay una definición en lo que respecta a la intención de siembra ya que la cotización de la oleaginosa no es lo suficientemente atrayente para que pueda generar un incremento en el área. Estos datos coinciden con la perspectiva de Pedro Sánchez, técnico de la Cooperativa Agropecuaria El Progreso, de Lucas González (a 150 km de Paraná, en el centro de la provincia) que ve al mercado “bastante frío por el momento” porque “el precio de venta no repunta y sin un buen precio de referencia el productor no se va a largar a sembrar”. Hoy el precio depende bastante de la demanda de las aceiteras y oscila entre los 185 a 190 dólares la tonelada. No obstante, Sánchez enfatiza: “Las perspectivas son muy desalentadoras y no hay una tendencia firme como sí teníamos el año pasado para esta época”.

En el ámbito nacional, de las últimas diez campañas, la 1995/96 fue la de mayor producción, cerca de las 160.000 t, y la peor fue la 2002/03, cuando rondó las 10.000 t.

Última. La semilla del lino posee entre un 30% y un 48% de aceite, y un 20% a 30% de proteína cruda. El aceite de lino es rico en ácidos poliinsaturados. El ácido linolénico representa la mayor proporción, variando entre un 40 y un 68% del total de ácidos grasos. En la campaña 2005/06 se ha observado, en Entre Ríos, un contenido de materia grasa que promedió el 43,8% habiéndose analizado muestras con más de 46,5% y escasas con contenido inferior a 41%.

Además la semilla de lino tiene usos dietarios como fuente de ácidos poliinsaturados esenciales para la salud humana. En la actualidad, y gracias a la alta proporción de ácidos omega-3 de sus semillas, el lino está empleándose como suplemento en la alimentación animal, con el fin de obtener productos bajos en colesterol.

Siempre según datos de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, la superficie total implantada en la provincia en la última campaña fue de 36.765 ha superando en 33,93% los guarismos de la campaña anterior.

El rinde medio finalizó en 1.197 kg/ha y la producción total alcanzó las 44.016 t, cifras que, comparadas con las del ciclo 2004/05, significan una variación positiva del 19,58% y 44,70% respectivamente.

Directa. Según datos de la Secretaría de Agricultura, sobre un total de 37.200 ha sembradas en la campaña 2004/05, un 64,4% fueron concretadas recurriendo a la siembra directa.

La mayor generalización de la siembra directa de lino se ha dado entre los productores entrerrianos, alcanzando sobre el total de la superficie implantada un porcentaje superior al 65%, mientras que en Santa Fe, el 100% fue en SD.

Fertilización. En el ciclo agrícola 2004/05, del total de la superficie implantada en todo el país, se fertilizó sólo a la siembra el 64% del área, utilizándose como principales fuentes fosforadas el fosfato diamónico y el fosfato monoamónico.

Causas. Según la Sagpya, los factores que desencadenaron el proceso de caída a partir de la década del 80, con acentuación en los 90, son varios. Por un lado, el mercado internacional, entre los que se destaca el proceso de sustitución del aceite de lino con fines industriales por derivados sintéticos obtenidos del petróleo.

En el orden local el cambio producido por la introducción de trigos mejicanos, que por tratarse como en el caso del lino de un cultivo invernal, compitió desplazándolo. El proceso se agudizó con la adopción del doble cultivo trigo-soja y con la incorporación de la SD, tecnología que posibilitó se desarrollara un fuerte proceso de agriculturización en campos mixtos, en los que era habitual la siembra de lino consociada con pasturas.

En lo que respecta a la evolución de los rindes, en pocas oportunidades superaron la barrera de los 700 a 800 kg/ha, más allá de los esfuerzos que en materia de mejoramiento, ha venido desarrollando el Inta. Este bajo potencial de rendimiento, sumado a la escasa disponibilidad de semillas, tanto en cantidad como en calidad y a las malas prácticas en materia de manejo del cultivo, provocaron el paulatino abandono de su siembra.

Juan Ignacio Martínez Dodda

jdodda@infocampo.com.ar

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