En mayo, ante la suba de las cotizaciones internacionales del trigo, producto de mayor demanda, el Gobierno decidió intervenir en el mercado local y acordó con los operadores del comercio granario la autolimitación de las exportaciones del cereal âpara garantizar el abastecimiento internoâ. También decidió aumentar en u$s30 el precio FOB de referencia para la liquidación de retenciones.
Hoy, tras dos meses de esta medida, los participantes de Infocampo Debate Daniel Miró, director de Nóvitas, y Daniel Asseff, asesor de Coninagro, analizaron sus efectos en la plaza local. Según un estudio realizado por la consultora Estrateco para Infocampo, la transferencia de rentabilidad desde el sector primario a la molienda fue de aproximadamente $8 millones, mientras que la exportación se quedó con unos $19,4 millones.
âYo no lo llamaría una transferencia de rentabilidad del sector primario a la industria, sino que es una disminución de la rentabilidad en el productor, ya que de esta forma va a tener que empezar a disminuir sus costos para ver si mejora su rentabilidad. Por otro lado, seguramente la industria habrá tenido incremento de costos, por lo cual tiene que poner un aumento en las harinas de 2,5 a 3%â, opinó Daniel Asseff.
âEstas medidas significan un aumento de retenciones para el productor al cambiar el precio indicativo; antes lo tomábamos a u$s152 y ahora a u$s184; el Estado hoy se está llevando u$s31 por tonelada; ahora son u$s5 más a partir de esta medida, y no se soluciona el problema de fondoâ, agregó el asesor de Coninagro.
âFalta conciencia de lo que el campo puede hacer por el país; puede hacer mucho si lo dejan llegar al mercado internacional y aprovechar la coyuntura. Pero si se toman medidas que impiden llegar a China y a Europa, por ejemplo, no puede. Por otra parte, la gente en la ciudad cree que la limitación de las exportaciones ayuda a bajar los preciosâ, expresó Miró, al tiempo que añadió que los funcionarios deberían estudiar la política agropecuaria de los EE.UU. y Europa para analizar otros caminos para darle pan, carne y productos básicos a la gente, sin necesidad de alterar el sistema general de preciosâ.
