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Por qué queda fuera de Kyoto

Aunque parezca poco menos que ridículo, la SD no estaría contemplada dentro de los posibles proyectos para capitalizar estos beneficios por ser una práctica que desde hace más de 10 años se realiza en la Argentina. ¿Una castigo a la innovación?

Aunque parezca poco menos que ridículo, la SD no estaría contemplada dentro de los posibles proyectos para capitalizar estos beneficios por ser una práctica que desde hace más de 10 años se realiza en la Argentina. ¿Una castigo a la innovación?
infocampo
Por Infocampo

Si bien la SD es una actividad con probado secuestro de carbono, “no está contemplada como una actividad de proyecto” para los créditos de carbono en el primer período de aplicación del compromiso de Kyoto (2008-2012), reconoció a Infocampo, Mónica Casanovas, de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, en el marco del seminario “Cambio climático, MDL, Forestación y Bioenergía”.

La experta especificó que “sólo entran actividades de forestación y reforestación, debido a que en el país hay un requisito fundamental que tienen que tener los proyectos, que es el de adicionalidad, lo que quiere decir que no debe ser una práctica común o usual.

Y como en la Argentina hace mucho que se está trabajando en siembra directa, que ambientalmente es muy bueno, pero en el momento de presentar el proyecto, de demostrar su innovación y justificar que se hace en MDL, ahí se dificulta”.

El uso de esta práctica conservacionista, sustentable que se transformó en un verdadero logro de la agricultura argentina y que en la actualidad se exporta al mundo como modelo productivo, dejaría fuera de los beneficios a nuestros productores. “Estas son negociaciones a nivel internacional”, dijo Casanovas, quien aceptó que se hicieron muchos cuestionamientos. En este contexto, lo único que restaría es esperar las conclusiones de la próxima reunión del COP 11 -que se realizará a fines de noviembre en Canadá-, donde se definirán los proyectos que entrarían para el segundo período de compromiso, que regirá por 5 años a partir de 2012. Por otra parte, Casanovas detalló que “hay presentados proyectos de producción de biocombustibles y reducción de metano en ganado, porque el agro es tan responsable como el sector energético de la emisión de gases invernadero”. Los proyectos ganaderos están ligados al tratamiento de los residuos en las explotaciones intensivas, “que generalmente se dejan en piletones, a cielo abierto”.

Los que sí califican son los proyectos forestales. Pero, para saber si son viables, “es vital conocer lo que se entiende por forestación y reforestación”, advirtió el experto chileno Aquiles Neuenschwander, para definir a la primera como “el plantado de un bosque por acción humana, en un terreno que no ha tenido acción en los últimos 50 años y sobre todo antes del 1 de enero del 90, cuando empieza el Protocolo de Kyoto. En cambio, si el bosque se cortó antes de esta fecha y se vuelve a implantar, se lo denomina reforestación”.

Marianela Garbini

mgarbini@infocampo.com.ar

Aunque parezca poco menos que ridículo, la SD no estaría contemplada dentro de los posibles proyectos para capitalizar estos beneficios por ser una práctica que desde hace más de 10 años se realiza en la Argentina. ¿Una castigo a la innovación?
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Por Infocampo

Si bien la SD es una actividad con probado secuestro de carbono, “no está contemplada como una actividad de proyecto” para los créditos de carbono en el primer período de aplicación del compromiso de Kyoto (2008-2012), reconoció a Infocampo, Mónica Casanovas, de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, en el marco del seminario “Cambio climático, MDL, Forestación y Bioenergía”.

La experta especificó que “sólo entran actividades de forestación y reforestación, debido a que en el país hay un requisito fundamental que tienen que tener los proyectos, que es el de adicionalidad, lo que quiere decir que no debe ser una práctica común o usual.

Y como en la Argentina hace mucho que se está trabajando en siembra directa, que ambientalmente es muy bueno, pero en el momento de presentar el proyecto, de demostrar su innovación y justificar que se hace en MDL, ahí se dificulta”.

El uso de esta práctica conservacionista, sustentable que se transformó en un verdadero logro de la agricultura argentina y que en la actualidad se exporta al mundo como modelo productivo, dejaría fuera de los beneficios a nuestros productores. “Estas son negociaciones a nivel internacional”, dijo Casanovas, quien aceptó que se hicieron muchos cuestionamientos. En este contexto, lo único que restaría es esperar las conclusiones de la próxima reunión del COP 11 -que se realizará a fines de noviembre en Canadá-, donde se definirán los proyectos que entrarían para el segundo período de compromiso, que regirá por 5 años a partir de 2012. Por otra parte, Casanovas detalló que “hay presentados proyectos de producción de biocombustibles y reducción de metano en ganado, porque el agro es tan responsable como el sector energético de la emisión de gases invernadero”. Los proyectos ganaderos están ligados al tratamiento de los residuos en las explotaciones intensivas, “que generalmente se dejan en piletones, a cielo abierto”.

Los que sí califican son los proyectos forestales. Pero, para saber si son viables, “es vital conocer lo que se entiende por forestación y reforestación”, advirtió el experto chileno Aquiles Neuenschwander, para definir a la primera como “el plantado de un bosque por acción humana, en un terreno que no ha tenido acción en los últimos 50 años y sobre todo antes del 1 de enero del 90, cuando empieza el Protocolo de Kyoto. En cambio, si el bosque se cortó antes de esta fecha y se vuelve a implantar, se lo denomina reforestación”.

Marianela Garbini

mgarbini@infocampo.com.ar

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