“La idea es tratar de que la gente fume menos, que deje de fumar y no se inicie en el hábito del cigarrillo”, expuso el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, en el marco de un proyecto que pretende, con este objetivo, extender la prohibición del consumo de cigarrillo, que se acota actualmente a unos pocos lugares públicos como aeropuertos o cines, y algunas empresas específicas, a los ámbitos laborales y otras áreas comunes. Para Gonzalez García, las ideas del proyecto tienen que ver con ganar calidad y cantidad de años de vida, y expuso que la estrategia de restringir y prohibir fumar en los lugares públicos es fundamental. Comunicó que, “de las 40 mil muertes que hay por año en la Argentina, a causa del cigarrillo, 6 mil obedecen a las consecuencias que les generan a los fumadores pasivos de ambientes laborales y públicos”. En este sentido, destacó que “estamos protegiendo naturalmente a todos”.
Informó que si bien hay lugares públicos en los que no se puede fumar, como aeropuertos y cines, el proyecto del Ministerio de Salud, que luego tratarán los diputados y senadores, será más extendido.
“Lo importante es el objetivo”, agregó, “proteger a los fumadores pasivos y también a los activos, ya que donde empieza a haber prohibiciones para fumar, los activos empiezan a fumar menos”. Asimismo, comentó el éxito del plan “empresas libres de humo” que, aun sin ley, fue lanzado por el ministerio, a base de la voluntad institucional. El proyecto se inauguró el año pasado y 211 empresas se inscribieron y cumplieron. “Esas horas sin fumar disminuyen mucho la carga de cigarrillo”, sostuvo González García.
En cuanto a la posibilidad de aplicar multas para quienes no cumplan las reglas, explicó que, más allá de las necesarias sanciones, está a favor de la persuasión. “Yo creo que si pudimos cambiar hábitos como la donación de órganos, como la prescripción por nombre genérico, esto se puede hacer”, consideró. “Lo principal es que cambiemos un hábito colectivo y una conciencia del conjunto donde se respete a los otros”.
Con respecto a la percepción del fumador frente a este proyecto, González García observó que su actitud tiene mucho que ver con la presión que recibe. En este sentido, opinó que “ningún padre seguirá fumando cuando un hijo le dice: papi no fumes que me hace mal”. Comunicó que la campaña apuntará también a “hogares libres de humo”.De manera tal que los padres, que suelen hacer cualquier sacrificio por sus hijos, sepan que fumando les están haciendo daño. “Esa es una manera de ir tomando conciencia”, explicó.
En relación a posibles reclamos o presiones provenientes de la industria tabacalera, por parte de senadores o diputados, sobre todo aquellos que dependen de provincias productoras de tabaco, sostuvo que “yo creo que los legisladores siempre favorecen el bien común, así que trabajaremos para lograr eso”. Asimismo, observó que a veces, los productores de tabaco son puestos en el lugar de víctimas, pero que éstos no son víctimas de nada que tenga que ver con la disminución de consumo en la Argentina ya que, solamente el 14 % del trabajo que se produce aquí se consume en el país. “Argentina y sus productores exportan mucho tabaco”, expuso, “por lo que el consumo interno no determina para nada la suerte de los productores, lo que sí determina es la suerte de las tabacaleras, que no es lo mismo”. Así enfatizó que las tabacaleras obviamente ganan más dinero cuanto más venden.
Franco Mercuariali, conductor de Infocampo radio, realizó una pregunta que podría sembrar dudas. ¿Está preparada nuestra sociedad para asumir medidas de este tipo? Al respecto, González Ginés afirmó que sí. “Cuando yo empecé con la política de medicamentos y prescripción por nombre genérico me decían que eso no iba a andar”, declaró “y, sin embargo, hoy somos país líder en prescripción por nombre genérico, la gente conoce la estrategia y la comparte”. Agregó que lo mismo ocurre con la donación de órganos, “empezamos a incentivarla y hoy casi hemos duplicado en un año y medio la cantidad de donantes”. Así, consideró que “las conductas sociales se pueden moderar, inducir y estimular y más las que tienen que ver con el bien común. Me parece que hay una causa justo que todos entendemos”.
Verónica Scornik
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