Pero en el traslado de la hacienda, ¿qué ocurre con la puerta ‘guillotina’? En su parte posterior, el camión jaula tiene esta puerta, que es izada por el transportista a través de una soga un sistema de roldanas, para permitir el ascenso y descenso de los bovinos.
Los problemas empiezan cuando la puerta es bajada por el transportista sobre la zona de los lomos del animal con violencia y en forma reiterada, para producir una aceleración en el ingreso de al interior de la jaula.
Muchas veces, los encargados y/o dueños de hacienda piden a los transportistas que suban más animales que los que el camión permite trasladar, con la finalidad de abaratar costos. Es allí donde deben usar elementos adicionales que permitan, en una forma forzosa, el ingreso del ‘colado’. Uno de ellos es el golpe en el lomo con la puerta guillotina. Esta práctica habitual se ve como inofensiva, debido a que el ‘cuero oculta todo’, pero cuando éste es retirado en la playa de faena del frigorífico se pueden visualizar hematomas considerables sobre uno de los cortes de mayor valor: los lomos y los bifes.
Estos deben ser enviados a causa de los hematomas a procesos industriales, que hacen descender su precio a valores mínimos. En la jerga frigorífica se conoce como degradar el corte. Además de la pérdida de valor de estos cortes, estos manejos tienen otras consecuencias. En los meses de mayor calor, la tropa viaja compactada durante cientos de kilómetros. De este modo se genera dolor en la zona de los siriñones a los bovinos.
Rodolfo Acerbi
