-¿Cómo nace el conflicto con el ecologista Douglas Hopkins?
-En realidad es un viejo conflicto que ya lleva años, acá y en Chile. En la Argentina en los Esteros del Iberá y en la Patagonia ha ido avanzando comprando tierras a través de fundaciones presuntamente dedicadas a la ecología profunda, filantrópica, pero a poco de andar uno se da cuenta que de eso tienen poco, sino que tienen como objeto quedarse con territorios estratégicos de la Argentina, con recursos naturales de gran importancia con una visión -que tal como dice el principio número 5 de la declaración de principios de la fundación de Tompkins- destinada a despoblar para preservar y a nosotros eso desde el punto de vista geopolítico y militar nos llama mucho la atención.
-¿Cree que se persiguen objetivos políticos?
-Creo que como EEUU invaden Medio Oriente para quedarse con el petróleo apañado en una enorme cantidad de mentiras, en América Latina la estrategia es colocar empresarios americanos hiperpoderosos para quedarse con territorios claves.
-Pero en algunos casos -sucedió en la Argentina con Monte León- termina donando las tierras…
-Sí donando entre comillas, lo hace creando fideicomisos y poniendo condiciones tan rígidas que de no cumplirse esas tierras pasan a fundaciones como Vida Silvestre, hay que recordar a aquél marido de María Julia Alsogaray (se refiere a Francisco Erize) por lo que la donación está por verse, son tan duras las condiciones que le pone a los estados provinciales que son de casi imposible cumplimiento.
-Pero más allá de eso el estado nacional no tuvo una política hacia esta cuestión ¿están definiendo esa política finalmente?
-Es que no es sólo Tompkins, está Benneton, Lewis…hay que ver cada situación, en esto no hay que tener dogmatismo y analizar cada caso, pero hace falta un estado fuerte que regule, que vea y que atienda y no lo que ha pasado hasta ahora que es un profundo desinterés.
-Usted entrtó a la propiedad de Tompkins…
-Eso lo dicen ustedes, los periodistas, nosotros entramos a la Ruta Provincial N° 6 no a la propiedad. Además hay un fiscal que abre las tranqueras y Tompkins las vuelve a cerrar con candado. Para hablar en criollo: el que se caga en la justicia correntina es Mister Tompkins, que tiene que sacar las tranqueras y no las saca, después hay mucha mendacidad, mucho periodista pago…a mí no me puede citar la justicia porque esto es cosa juzgada porque la justicia ya falló. En todo caso habría que analizar si a mí como funcionario no me corresponde hacer cumplir la ley.
-Pero no creo que usted sea el indicado, debería haber un organismo especializado en estas cuestiones.
-Hoy no lo hay. ¿Entonces que hacemos, dejamos que Tompkins se cague en la justicia argentina?
-Qué dicen las autoridades correntinas
-No cumplen con su deber de asegurar que se cumplan las decisiones de la justicia. Le pedí el 3 de agosto y por escrito, una audiencia al gobernador Colombí y aún no me contestó.
-¿Y por eso decidió concurrir al lugar junto al Ejército?
-Lo decido cuando recibo las denuncias, pero siguiendo la lógica de ustedes los periodistas…
-Le pido que evite generalizaciones…
-Bueno tranquilo, le digo lo que dicen algunos… acá viven pobladores desde hace 150 años si yo no puedo cortar la cadena y entrar me están diciendo que deben quedar prisioneros de Mister Tompkins, si yo vuelvo a encontar otra tranquera de algún señor rico sobre alguna ruta, la voy a volver a cortar.
-Bien, pero eso le va a traer problemas con la justicia.
-¿Quienes son estos para alambrar rutas? En Chile Tompkins alambró una ruta nacional, cortó el país en dos, pero acá no lo va a poder hacer.
-¿Qué le dicen sus superiores sobre su actitud?
Varios me manifestaron su orgullo por los intereses nacionales que defendemos.
-¿No es algo sui generis su actitud, no debería haber una política de estado clara y bien definida?
-El Congreso trata la ley de expropiación de 600 mil hectáreas de Tompkins y la Forestal Andina, hay que ponerle fin a la expoliación de los recursos naturales.
-Pero Tompkins reconoce que el acuífero Guaraní pertenece al estado.
-Que lo ceda, que lo devuelva.
-Pero hay miles de personas sobre el acuífero
-Pero son argentinos, en cambio un señor norteamericano que de la noche a la mañana compra a 718 kilómetros de la base norteamericana de Mariscal Estigarribia, no quiero que está ahí, porque afecta intereses geopolíticos militares de la Argentina.
-¿Y que piensa hacer con los otros extranjeros?
-Los estamos revisando, porque hay abusos tremendos, señores que alambran lagos o ríos. Se acabó la entrega.
-¿No cree que esto puede entenderse negativamente desde los inversores?
-El que quiera invertir puede poner fábricas, en el sector productivo, ahora si quieren venir a quedarse con recursos nacionales estratégicos les vamos a dar pelea. Si vos como argentino quiere asentarse sobre un recurso norteamericano te van a sacar a patadas. Esto no es una política ni anti extranjera ni anti inversores ni anti empresaria, es una política de soberanía.
-El problema es que eso debe definirse antes, no después de la compra.
-Lo expropiamos ¿cuál es el problema? Si este señor tendría esas hectáreas en la Pampa Húmeda nadie le diría nada.
-Tompkins puso su dinero para hacer algo que la ley no prohíbe.
-Eso habrá que verlo, hay que ver que es lo legal y que no. No queremos un norteamericano que no sabemos de dónde saca la plata sobre un recurso natural. Ellos quieren despoblar.
-¿Espera presiones de los Estados Unidos?
-Ya las tengo, Joaquín Morales Solá, ese vocero de la embajada norteamericana dice que si expropiamos se acaba la ayuda del Mossad y de la CIA en inteligencia contra el delito. Lo que me confirma que Mister Tompkins no actúa solo.
-¿Y como están las tranqueras hoy?
– Tompkins las volvió a cerrar nuevamente, voy a tener que poner un delegado permanente para que no lo haga. Voy a parecer “José Tenaza”, pero voy a seguir cortando cadenas.
-¿No hay una solución intermedia entre la expropiación y la situación actual?
-El tiene y todos los que sean extranjeros tienen que salir del acuífero, ahí tiene que haber sólo argentinos. Mientras este gauchito de La Matanza esté sentado acá, Tompkins no va a hacer lo que hacía.
Carlos Russo
crusso@elfederal.com.ar
Fotos: Alejandro Guyot
Nota publicada en la revista El Federal Nro. 120