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Soja: su inclusión en la cadena forrajera

Esta especie, además del uso como oleaginosa para cosecha, también puede ser utilizada como forrajera, y agrega otra virtud a sus muchas conocidas. Como leguminosa que es, brinda una excelente fuente de proteínas para los bovinos de leche y carne.

Esta especie, además del uso como oleaginosa para cosecha, también puede ser utilizada como forrajera, y agrega otra virtud a sus muchas conocidas. Como leguminosa que es, brinda una excelente fuente de proteínas para los bovinos de leche y carne.
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Por Infocampo

Además, provee una importante cantidad de materia seca que justifica su inclusión en la cadena forrajera. Es importante saber que no produce timpanismo o empaste, por lo que se puede entrar a pastorear con tranquilidad en cualquier momento de su ciclo.

El grupo regional Aapresid de Bolívar está ubicado en el centro-oeste de la provincia de Buenos Aires, y está enmarcado en una zona límite entre campos agrícolas y campos de cría.

Los establecimientos son de producción mixta y la ganadería utiliza praderas y verdeos de invierno implantados en SD, campos naturales y rastrojos de cosecha, y a partir de 2003 comenzó a utilizar la soja como forraje. El uso de la soja resistente al glifosato permite controlar al gramón y, específicamente, la soja usada como forrajera genera la posibilidad de efectuar aplicaciones del herbicida en varias oportunidades durante el ciclo del cultivo, pues, a la vez que se va avanzando con el pastoreo, se descubre el surco y puede haber rebrote de malezas perennes o nacimientos de anuales que pueden ser tratadas químicamente.

El uso de la soja como forrajera permite cubrir el bache estival principalmente, como se mencionó con anterioridad, si la superficie de praderas de alta calidad es escasa. La inclusión de esta leguminosa como forrajera es recomendada en los planteos ganaderos de mayor tecnología, pues el costo de este verdeo de verano es similar al de la soja con destino cosecha. En este caso específico, además de incluirla en suelos de aptitud agrícola, se la ha empleado en los bajos dulces que estuvieron anegados como una forma rápida de recuperarlos, con un uso intensivo, fundamentalmente para tratar de evitar los problemas de piso que se podrían generar con las lluvias de otoño si el destino fuera cosecha.

En los suelos agrícolas que en la zona se usan con rotación mixta, permite encabezar las rotaciones para llegar a la agricultura con los lotes limpios de malezas perennes.

Las variedades utilizadas son del Grupo VIII, para retrasar lo más posible los estadios reproductivos y permitir un aprovechamiento más prolongado, con la mayor cantidad de cortes posible.

Las fechas de siembra que se manejan son básicamente las mismas que para cosecha, que para esta zona central de la provincia de Buenos Aires es de alrededor de mediados de octubre a principios de noviembre. El espaciamiento entre hileras puede variar entre 35 y 52,5 cm, sembrando en promedio 450.000 plantas por hectárea.

El pastoreo se realiza con ayuda de alambre eléctrico para ajustar la carga a uno o dos días por parcela en el caso de su utilización en invernada; hasta en horas, como en el tambo, para disminuir las pérdidas por pisoteo.

El momento de comienzo del pastoreo es cuando la soja tiene aproximadamente 50 cm, y salir de la parcela cuando se reduce a la mitad de altura. Estas medidas son orientativas.

Es importante dejar como remanente algunas hojas en la planta para permitir el rebrote rápido. La modalidad de comida del vacuno en esta especie es ingerir las hojas en primer término, para luego comer tallos, si se ajusta demasiado la carga y se obliga al animal a comerlos, pero a medida que la soja crece en altura el vacuno rechaza ingerirlos y es preferible seguir avanzando con las parcelas, por lo que el manejo debe ir ajustándose en la medida que avanza el ciclo.

Joaquín Rabasa

Especial para Infocampo

Responsable de Coordinación de Regionales Aapresid

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