El canciller uruguayo Reinaldo Gargano confirmó que el gobierno de su país demandará a Estados Unidos ante la OMC por sus subsidios a la producción y exportación de arroz.
Pedro Queheile, directivo de la Asociación Cultivadores de Arroz (ACA), señaló que una vez presentada la demanda “habrá una audiencia de conciliación entre ambas partes”, donde se intentará negociar un sistema de compensaciones. Si fracasa, “se pasará a un tribunal de arbitraje, y en aproximadamente 13 meses, la OMC dictaminará el resultado”.
Según la ACA, si EE.UU. desmantela sus subsidios, la mejora en los precios y el acceso a nuevos mercados representaría como mínimo u$s 150 M anuales adicionales para Uruguay, cuyos arroceros hoy exportan por u$s 180 M. Los subsidios estadounidenses quitan a Uruguay la posibilidad de vender a Sudáfrica, México, Trinidad y Tobago, Haití y otros países. Pero la medida también persigue un objetivo “intraMercosur”. Brasil, el principal cliente de Uruguay y Argentina, tuvo una cosecha récord el año pasado, que tenderá a repetirse. Los arroceros brasileños, por ende, quieren impedir que sus industriales compren en el Mercosur. Desde enero, productores de Río Grande realizan intermitentemente cortes de rutas y bloqueos de camiones argentinos y uruguayos. El mes pasado, la Confederación Nacional Agropecuaria de Brasil se reunió con Lula y le entregó un petitorio de cuatro puntos. Uno de ellos pedía la inmediata suspensión de las importaciones arroceras de Argentina y Uruguay.
Brasil le compra arroz a Estados Unidos por debajo del costo. El fin de los subsidios pondría fin a esa práctica. Y Brasil tendría que seguir comprando arroz argentino y uruguayo, mucho más barato que el brasileño. En caso contrario, el alza en los precios internos generaría inflación (Brasil es el mayor consumidor de ese cereal en el mundo occidental).
La Argentina apoyaría a Uruguay en la OMC.
Al menos así lo insinuaron fuentes de la SAGPyA el año pasado, cuando en el primer encuentro de la Cámara Sectorial de la Cadena del Arroz del Mercosur -al que asistió el subsecretario de Agricultura, Ganadería y Forestación, Javier de Urquiza- surgió la idea de demandar a Estados Unidos, y hasta se juntaron u$s 15.000 para encarar los trámites iniciales.
Sebastian Massana
