Las industrias de Río Negro comenzarán a recibir las facturas de electricidad con importantes aumentos. De esta forma, los frigoríficos que almacenan la fruta en sus cámaras, para que ésta luego se pueda vender fuera del período de cosecha, verán incrementados sus costos, los que serán trasladados a la pera o manzana que tome este servicio.
“El costo energético para enfriar un kilo de fruta pasó de 0,19 pesos a 0,45 pesos con las nuevas tarifas”, declaró un operador del mercado al Diario de Río Negro. La suba representa un 130%.
El impacto del aumento sobre las tarifas no es similar para todas las empresas. Además, será retroactiva a enero. Este incremento genera mucha incertidumbre en el sector ya que a partir de noviembre se sancionará el nuevo cuadro tarifario para los próximos cinco años.
Como ocurre en la mayor parte de los segmentos de la actividad, la fruta es la que termina por absorber todos los ajustes del sistema.
Según consigna el Diario de Río Negro, la factura de energía en la industria se compone de tres partes:
1) El Valor Agregado de Distribución (VAD), que es la porción sobre la que las empresas minoristas de electricidad desarrollan su negocio. Cargo comercial y cargo por uso de red, que es la porción que se lleva el distribuidor, necesario para cubrir los costos de operación, inversiones y rentabilidad.
2) Energía y transporte, es donde Edersa debería reflejar los costos del mercado. Actualmente la empresa recibe un adicional (desde Agosto 2014 hasta noviembre 2016) en este concepto por reajustes salariales del año 2011 y 2012.
3) Carga impositiva.
En tanto, en la estructura de costos operativos, la energía representaba hasta 2014 un 30% del costo total de la industria frigorífica frutícola. A partir de los últimos incrementos este indicador se ubicará en 45%. Sólo por energía, para enfriar un kilo de fruta ahora se necesitarán un promedio de 0,45 pesos.
Frente a todo este escenario, el productor deberá seleccionar muy bien la pera o manzana que destine para ser vendida a partir de abril. Los altos costos que representarán el enfriamiento y almacenamiento sólo podrán ser compensados con fruta guardada en frío de alta calidad.
Colocar peras o manzanas en frío para que parte importante de ellas, una vez abierta la cámara, se destinen a la industria, dejará de ser rentable. La suba de costos determina que habrá que afinar el lápiz a la hora de decidir qué guardar y hasta cuándo, teniendo en cuenta el impacto que tendrá el frío en el precio final que se obtenga por esa fruta una vez colocada en el mercado.
