El programa de mitigación de los daños del granizo a los cultivos ya está en marcha en Mendoza con “mejoras sustanciales” en su implementación y se destinaran cuatro aviones con base en el aeropuerto de San Rafael, al sur provincial, y en el aeroclub de San Martín, al este, por el cierre temporal por obras del aeropuerto “El Plumerillo”.
Según informó el gobierno provincial, la temporada de lucha antigranizo comenzó el 1 de octubre y se extenderá hasta el 30 de abril de 2017, y para perfeccionar la seguridad de los vuelos este año se trabajará con dos centros operativos de radares. Además, está garantizada la provisión de bengalas y cartuchos debido a “las gestiones tempranas” en la adjudicación.
El núcleo operativo del sistema antigranizo funcionará en el aeropuerto de San Rafael, a unos 240 kilómetros al sur de Mendoza, donde estarán ubicados uno de los centros de operaciones, dos aviones, el depósito de bengalas y cartuchos y el equipo de mecánicos. El otro centro de operaciones funcionará en la IV Brigada Aerea, en el departamento de Las Heras, cercano a la ciudad de Mendoza.
En tanto en el aeroclub de San Martín, a 40 kilómetros al este de esta capital y designado como pista alternativa de emergencias, estará ubicado el tercer avión.
La cuarta nave, un Piper Cheyenne II que estaba fuera de servicio desde 2010, se prevé que estará en el aire nuevamente antes de que finalice el año.
Estas naves- se informó- serán operadas por 19 pilotos que cumplen turnos rotativos de 12 y 24 horas. El equipo del Sistema Integral de Lucha Antigranizo está compuesto por 50 especialistas, entre pilotos, radaristas y mecánicos, se detalló.
La provisión de material pirotécnico se adjudicó a la empresa Ice Crystal-Engineering, que suministrará 16.000 bengalas y 13.000 cartuchos con una inversión de 2.172.144 dólares. El material comenzará a llegar en noviembre pero el programa, que ya cuenta con 1.400 cartuchos y 4.600 bengalas para iniciar la campaña, aclararon las fuentes.
El Sistema Integral de Lucha Antigranizo cuenta con dos frentes: la lucha pasiva, y la lucha activa. La primera, que depende del Fondo Compensador Agrícola, es un fideicomiso integrado por fondos públicos y privados para compensar las pérdidas ocasionadas por las contingencias. Y la lucha activa comprende el trabajo que se realiza a través de las redes de radares, los generadores de superficie y los aviones para la siembra de ioduro de plata, a través de bengalas y cartuchos para atenuar la caída de granizo.
