El gobierno nacional deberá reducir a la mitad la tasa de crecimiento del gasto público una vez finalizada la elección legislativa del próximo domingo. Así lo indicó hoy a Infocampo Juan Manuel Garzón, economista de la Fundación Mediterránea (Ieral).
“Si se mantiene el actual crecimiento de gastos e ingresos vamos hacia un problema fiscal muy grave”, advirtió Garzón, para luego mencionar que “de todas formas existen bajas probabilidades de que esto ocurra, porque resulta imposible poder financiarlo”.
En los últimos seis años el gasto público en la Argentina viene creciendo a razón de un pomedio del 30% anual, mientras que el incremento de la recaudación es del orden del 15% (¡¡la mitad!!).
“Si el gasto nominal continúa subiendo a tasas altas se requerirá de un nuevo recurso extraordinario, al cual le asignamos mayor probabilidad a un aumento del tipo de cambio con un objetivo final netamente fiscal”, explicó el economista.
Un estudio de la Fundación Mediterránea-Ieral señala que para lograr un superávit primario del 2% del PBI en 2009 con el actual nivel de gasto público se necesitaría una devaluación post elecciones legislativas del orden del 30% (ver gráfico).
En cambio, si el nivel de crecimiento interanual del gasto público bajara del actual 26,5% al 21,2%, entonces la necesidad de devaluar para lograr un 2% de superávit primario sería de alrededor del 10%.
Garzón agregó que “el gobierno también requerirá disminuir la inversión en obra pública e ir quitando subsidios a los servicios” (lo que implica subas en los precios de energía, transporte y combustibles, por ejemplo).
En referencia a una posible baja en los derechos de exportación a los productos agrícolas, el especialista señaló que “no creo que el gobierno modifique el actual esquema de retenciones; lo que es más probable es que el tema sea tratado en el Congreso con los nuevos diputados y senadores”.
“Los ingresos generados por retenciones van a caer por la combinación mortal de menores precios y bajísima producción generada por la sequía”, concluyó.
