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Afirman que habrá menos inflación, pero a costa de un atraso cambiario

Los analistas prevén una menor suba este año. Advierten sobre los riesgos de la política oficial de anclar el dólar.

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Por Infocampo

Después de batir en 2014 el récord de la era kirchnerista, la inflación tendrá una desaceleración durante este año, cuya magnitud dependerá de la capacidad del Gobierno para evitar una megadevaluación del peso como la que hubo el verano pasado.

Los analistas consultados por La Nación coinciden en pronosticar que la inflación de 2015 estará un escalón por debajo de la del año pasado, pero aun los más cercanos al oficialismo admiten que será muy difícil perforar el piso del 20% anual y de esta manera alcanzar la meta del 15% que anunció el ministro Axel Kicillof hace unos días.

Los economistas alertan sobre los riesgos de la política oficial que busca contener los aumentos de precios apostando muy fuerte a mantener el dólar retrasado y al congelamiento de las tarifas de servicios públicos.

“2015 va a ser más parecido a la segunda mitad del año pasado, cuando se logró una desaceleración muy marcada de la inflación gracias a la política de Precios Cuidados y a la mayor intervención oficial en el mercado cambiario; estimamos que el año puede cerrar con una inflación en torno al 20 o 25%. Si bien las elecciones siempre implican un grado mayor de incertidumbre, no esperamos un efecto muy fuerte porque el Gobierno tiene las variables bajo control”, señaló Agustín D’Attellis, de la corriente oficialista La Gran Makro.

“Nuestro pronóstico para 2015 supone una inflación contenida de alrededor de 33%, fruto del atraso cambiario y tarifario, la convergencia del dólar paralelo al oficial y un repunte de la actividad en el segundo semestre, en línea con una recuperación de la demanda ante la expectativa del cambio de gobierno”, afirmó, por su parte, Eduardo Levy Yeyati, director ejecutivo de Elypsis.

“Lo que estamos viendo es un arranque de 2015 mucho más tranquilo que el año pasado y con una tendencia normalizada”, expresa Fernanda Vallejo, del Foro del Pensamiento Económico, un centro de estudios afín al Gobierno. “Si no existe una variable exógena, habrá una evolución de precios que estará en alrededor del 20 por ciento”, agrega la economista.

El elevado optimismo que se vive en las filas del oficialismo no es compartido por otros economistas, que reconocen la desaceleración que se registró en los últimos meses, pero destacan que su continuidad estará atada al sostenimiento de medidas que no son gratuitas para el futuro de la economía, como el atraso cambiario y el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos.

En la misma línea que Levy Yeyati, el economista Camilo Tiscornia estima que “la inflación de este año va a estar por debajo de la de 2014, pero cuesta saber cuánto. La proyección que tenemos es que 2015 podría cerrar en la franja de 30 a 35 por ciento, aunque todo dependerá de lo que pueda pasar con el tipo de cambio. El Gobierno hará todos los esfuerzos para mantenerlo bajo control”. Y agrega: “Por razones electorales tampoco veo para este año un aumento en las tarifas de los servicios públicos”.

Según publicó La Nación, la idea de que el Gobierno va a apostar a mantener las tarifas congeladas para evitar una aceleración de la inflación ya fue confirmada en los últimos días por el ministro del Interior y Transporte y precandidato presidencial, Florencio Randazzo, que adelantó que durante 2015 no aumentarán los boletos del colectivo y el tren en Buenos Aires, a diferencia de lo que pasó con el transporte público en las principales ciudades del interior.

Por su parte, en el Ministerio de Planificación avanzan con los acuerdos con las distintas provincias para postergar cualquier aumento en las tarifas del servicio eléctrico. Hasta el momento ya son 18 los distritos que decidieron plegarse al congelamiento a cambio de financiamiento de obras de infraestructura, incluyendo la provincia de Buenos Aires, que fue la última en firmar el convenio.

Para Jorge Todesca, el panorama de 2015 en materia de inflación será parecido al que existía antes de la llegada de Axel Kicillof al frente del Palacio de Hacienda.

“Para 2015 proyectamos una baja sensible en la inflación frente al año pasado, y nuestro cálculo es que el año puede terminar parecido a lo que fue 2013, cuando el costo de vida aumentó 28 por ciento. Igualmente, esta proyección está muy pendiente de lo que pueda pasar con el tipo de cambio, y se basa en la hipótesis de que el Gobierno va a poder evitar una devaluación como la que se vivió en enero de 2014”, señaló el director de Finsoport.

En cambio, Aldo Abram, de la Fundación Libertad y Progreso, se muestra más escéptico sobre lo que puede pasar durante este año y pone un especial cuidado en la evolución de la inflación en la segunda mitad del año.

“Esperamos una primera mitad del año más tranquila y una aceleración de la inflación a partir del segundo semestre. La desaceleración que se inició en los últimos meses de 2014, cuando se frenó la caída en la demanda de pesos de la gente, se extenderá a los primeros meses de este año, que además se verán beneficiados porque la comparación interanual se hace contra el período de mayor suba de precios, que fue el primer trimestre de 2014. Pero a partir de la segunda mitad del año la inflación se va a volver a disparar por encima del 30% anual, por la necesidad de mayor emisión de pesos que va a tener el Gobierno”, advierte Abram.

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