“Estos resultados no se los esperaba nadie, han sorprendido a los productores”, dice María del Carmen Martínez, productora del sur mendocino que, tras leer el informe de prevalencia de enfermedades apícolas en la provincia, anticipa que “los resultados negativos se van a sentir en la próxima cosecha porque se han debilitado las colonias”. El estudio determinó que el grado de parasitismo hará que se pierdan muchas colmenas y las que pudieran haber soportado el invierno verán “afectado su desarrollo productivo sin alcanzar la población óptima para la próxima temporada”, con un agravante: “El debilitamiento sufrido las dejará propensas para la manifestación de otras patologías”. Por un lado, se detectó que “la provincia de Mendoza se encuentra marcada por los altos niveles de infestación de varroasis”. Pese a que el estudio se realizó en una época del año en que los “tratamientos sanitarios ya debían estar aplicados”, igualmente se observaron “cifras muy altas”, ya que el porcentaje de infestación no debe superar el 1% y, sin embargo, “casi el 60% de las muestras positivas arrojaron resultados superiores al 1%. Más aún, el 26% de las muestras positivas, alcanzaron valores superiores al 3%”. La conclusión fue que la “situación es crítica”. Por otro lado, el estudio concluyó que la nosemosis resultó ser la enfermedad de mayor gravedad en la provincia: el 100% de las muestras arrojaron resultado positivo. Puntualmente se señaló que “más del 86% de las muestras positivas superan la concentración de un millón de esporos promedio por abeja”. Martínez, en tanto, sostiene que “el nosema hasta ahora era una enfermedad que sólo se presentaba en algunos casos, entonces, puede ser que como no se pensaba en esta enfermedad, el productor no estaba preparado”.
A la hora de buscar explicación a la crítica situación que se presentó en la apicultura mendocina, Martínez explica que acá “el problema surgió porque SENASA aprobó el uso de ciertos productos para atacar las enfermedades y se remplazó un laboratorio por otro; pero cuando llegaron los nuevos productos no funcionaron y hubo problemas graves, especialmente en el departamento Lavalle”. Ahora la producción apícola mendocina se encuentra en alerta sanitaria “por lo que aconsejamos al productor que vea la colmena, lleve muestras a Ganadería para hacer estudios. Estamos aconsejando que arriba de un 2% cure con algún principio activo químico (que son los sistémicos) y con un porcentaje menor, en esta época tienen que curar con un producto orgánico, un oxálico o un fórmico que tienen poco período de carencia, a diferencia de los otros productos que tienen como mínimo 90 días de carencia. De todas maneras, es preferible usar algo antes de que se pierda la colmena”. Pese al plan sanitario apícola que se implementará, se estima que Mendoza estará en la próxima temporada muy por debajo del “millón de kilos de miel” que anualmente produce.
Cristian Pérez Barceló |
Corresponsal de Infocampo en Mendoza
