Cargill es el jugador número uno en el negocio de la molienda de trigo en la Argentina. Los datos oficiales indican que de diciembre de 2006 a noviembre de 2007 procesó en sus siete plantas 1.021.169 toneladas de trigo, sobre un total nacional de algo más de seis millones de toneladas.
Con este 17% de participación, Cargill se ubica por delante de su competidor más cercano, el Grupo Navilli, de origen nacional, que con sus empresas Molinos Cañuelas SA y Molinos Florencia SA, registra para ese mismo período el procesamiento de 917.135 toneladas de trigo, o un 15% de la molienda argentina.
El negocio de harinas de Cargill nace de una decisión estratégica global, que en la Argentina se materializó con la compra del 65% del negocio harinero de Molinos Río de la Plata (MRP), en el desguace de Bunge & Born, bajo el nombre de Trigalia.
Posteriormente, Cargill le adquirió la parte a Pérez Companc, dueño de MRP, y volvió a operar íntegramente el negocio.
De todos modos, la relación entras las empresas continúa, dado que MRP les licencia las marcas Favorita, Blancaflor, Rosafe y Trigoflor para las harinas industriales.
La división harinas de Cargill consta de siete plantas de producción ubicadas en Tres Arroyos, Realicó, Chacabuco, San Justo (Gran Buenos Aires), Pilar (GBA), Rosario y Resistencia (Chaco). La principal planta es la de Pilar, ubicada en el parque industrial, donde se muele aproximadamente el 27% del trigo. Le sigue en importancia la planta de Rosario.
Aproximadamente un 14% de su molienda de trigo tiene como destino la exportación. En el período diciembre de 2006 a noviembre de 2007 fueron 140.000 toneladas del cereal las que se destinaron a abastecer a los clientes externos. Con esta cifra, Cargill es sólo superado por el Grupo Navilli, que destinó a exportación la molienda de 159.000 toneladas, el 17% de su procesamiento.
En tercer lugar, tanto en molienda como en exportación, aparece Andrés Lagomarsino e Hijos SA, que procesa unas 400.000 toneladas de trigo por año (7% de la molienda nacional), de las cuales destina al exterior el 25 por ciento. Para tener una dimensión económica del negocio harinero de Cargill, se puede hacer la siguiente inferencia: a un valor del trigo de 700 $/t, el millón de toneladas que la compañía muele anualmente representa un costo de adquisición de $700 millones.
En la matriz insumo/producto de la molinería, el trigo puede representar el 48% del costo, es decir que el total de éste rondaría unos $1.450 millones.
Asumiendo que el margen se ubique entre el 10 y 20% del costo, la facturación de la división harinas de la compañía podría ubicarse entre $1.600 y 1.800 millones, en este escenario de precios.
Para un valor del trigo en el orden de los 500 $/t (escenario más cercano a 2007), la facturación debiera haberse ubicado entre $1.100 y 1.300 millones).
En lo que respecta a la evolución de la molienda, acompañando la tendencia de los últimos años, el volumen de trigo procesado por Cargill saltó de 829.654 toneladas en el período diciembre de 2005 a noviembre de 2006, a 1.021.169 en los doce meses siguientes.