Científicos estadounidenses desarrollaron un modo de producir maíz que puede mejorar el nivel de vitamina A que brinda el cereal a quienes lo consumen, lo que se convertiría un importante avance para las regiones del mundo donde hay mucha carencia de esa vitamina.
La deficiencia de vitamina A es una causa importante de enfermedad visual y otros problemas de salud en los países en desarrollo.
El maíz es el cultivo de subsistencia dominante en gran parte de América latina y en Africa subsahariana, donde hasta el 30 por ciento de los chicos de menos de 5 años presenta deficiencia de vitamina A.
Científicos quieren encontrar modos de incrementar, o “biofortificar”, los niveles de nutrientes específicos en cultivos como el maíz.
Este cereal contiene precursores de la vitamina A, compuestos conocidos como “provitaminas”, incluido el betacaroteno, que el organismo utiliza para desarrollar vitamina A.
En un artículo publicado en la revista Science, los especialistas identificaron un gen naturalmente modificado que incrementa el contenido de provitamina A en el maíz.
A partir de eso, los científicos desarrollaron un modo económico de seleccionar la reserva madre, para crear maíz con mayor contenido de provitamina A.
Elegir variedades que tengan esa mutación genética puede brindar, en promedio, niveles tres veces mayores de provitamina A, indicaron los autores.
Según los investigadores, existen miles de variedades de maíz que difieren enormemente en cuanto a las cantidades de provitamina A. El maíz blanco no contiene provitamina A, mientras que el amarillo presenta niveles variados.
Bajo costo
Una técnica común usada para evaluar el contenido de provitamina A de las variedades de maíz puede resultar altamente costosa para los agricultores, explicaron los autores, pero el nuevo mecanismo es muchísimo más barato.
“Descubrimos un modo de detectar variedades que producirán altos niveles de provitamina A con pocos gastos”, dijo uno de los investigadores, el genetista Edward Buckler, del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y la Cornell University en Ithaca, Nueva York.
Buckler indicó que el método no involucraba ninguna modificación genética intencional del cultivo.
“La deficiencia de vitamina A es un problema grande en todo el mundo y produce muchos casos de ceguera infantil y de deficiencia inmune”, manifestó Buckler durante una entrevista telefónica.
Los expertos aseguran que la vitamina A juega un rol central en la visión, el crecimiento óseo, la regulación del sistema inmune y otras funciones orgánicas.
“En algunas zonas de Africa se come maíz en tres comidas diarias. Si se puede biofortificar aquello de lo que comen grandes cantidades, aunque sea un poco, ya suma”, consideró Torbert Rocheford, profesor de genética vegetal de la University of Illinois, quien también participó en el estudio.
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario