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Consejos para manejo en trigo y cebada

En la zona norte de Buenos Aires, la roya origina pérdidas de hasta 1.300 kilos/hectárea, mientras que en mancha amarilla llegan a 800 kilos/ha.

En la zona norte de Buenos Aires, la roya origina pérdidas de hasta 1.300 kilos/hectárea, mientras que en mancha amarilla llegan a 800 kilos/ha.
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Por Infocampo

En manejo de enfermedades de trigo en la zona norte de la provincia de Buenos Aires, Santiago Barberis, de Agritest, explicó que debe articularse en tres etapas: antecesor, terápicos de semillas y variedad por potencial: “Un concepto equivocado es pensar el manejo en roya como control químico”, explicó.

Barberis dijo que en la zona norte se emplea el control terápico de semillas: “Se realiza protección específica, principalmente para carbones, y control de enfermedades, como roya y mancha amarilla.

El aspecto más importante es el control de carbón”, destacó. A la hora de elección de variedades, Barberis sostuvo que han cambiado los parámetros.

El profesional explicó que en campañas anteriores se buscaba que la variedad presentara rendimiento y, sobre todo, sanidad: “Esto ha cambiado, los ciclos largos en la zona norte no tienen nada que ver con lo que es sanidad, como el caso de Baguette 13 y 19”, sostuvo.

Con respecto a los ciclos cortos, como Baguette 9 y Cronox, explicó que se usan por potencial y no por aspectos sanitarios.

En esta zona, las enfermedades pueden causar pérdidas en rendimientos comprendidas entre los 800 y 1.300 kilos/ ha. En roya, Barberis sostuvo que el porcentaje de pérdida puede alcanzar un máximo de 35%, que traducido en rindes son 1.200-1.300 kilos/ha.

La mancha amarilla es una enfermedad con menor presión y daño en planta. El porcentaje de pérdidas asciende al 25%, con una disminución de rendimiento de 800 kilos/ha.

Para el control químico de estas variedades, con alta susceptibilidad a enfermedades, Barberis sostuvo que la estrategia de manejo más efectiva es el uso de mezclas con triazoles y estrobirulinas: “Hubo que adoptar las mezclas porque el uso del triazol no controlaba”, manifestó.

Pablo Campos, del Inta Bordenave, explicó que las razas de roya con mayor virulencia en la actualidad son MDT 10-20, MFP 20, y MFR 10-20.

Nina Jorgensen, product manager de Fungicidas DuPont, destacó que los principales problemas del trigo en Europa son la roya marrón y la mancha amarilla, mientras que en cebada es el oidio.

Cebada. El asesor privado Mario Cattaneo explicó que la fertilización no afecta las proteínas y que es indispensable una buena nutrición en el comienzo del cultivo: “Una herramienta que debe manejarse es el balance de nitrógeno, teniendo en cuenta el potencial del lote”, explicó. Cattaneo sostuvo que los cambios de variedades inciden en el potencial del cultivo, por lo que debe adecuarse toda la tecnología existente: “Hemos trabajado con paquetes tecnológicos para potenciales de 3.000 kilos/ha, y ahora las variedades presentan rindes superiores a los 5.000 kilos/ha”.

El asesor explicó que, según la zona, se están manejando balances de rendimiento de 180-200 kilos/ha en cultivos de cebada.

 ‘En muchos ensayos realizados, todavía no encontramos el techo para balancear proteínas con rendimiento”, sostuvo.

Con respecto al momento ideal para la aplicación de nitrógeno en cebada, aclaró que una dosis adecuada para el buen desarrollo inicial del cultivo oscila entre 60-70 kilos/ha: “En este punto, la clave son los kilos de nitrógeno que se agregan al final, para alcanzar un equilibrio entre rendimiento y proteínas.

Con las variedades actuales, no hay inconvenientes para realizar fertilización dividida”, explicó. Cattaneo dijo que mediante el nitrógeno, el productor debe ingresar en un rango óptimo de proteínas: “De esta manera, se obtiene mejor precio en el producto”.

A la hora de elección de cebada, el profesional también destacó que no deben mezclarse variedades de diferente origen.

Andrés Lobato

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